Las cinco principales organizaciones sindicales de Instituciones Penitenciarias, –ACAIP, CCOO, CIG, UGT y CSIF– han anunciado e este martes la convocatoria de una huelga general en todas las prisiones dependientes del Ministerio del Interior para los días 24 y 26 de octubre, y 6, 8, 13 y 15 de noviembre.
Desde los sindicatos convocantes aseguran que “el proceso sistemático de olvido que han tenido las distintas administraciones que han ido dejando a un lado a prisiones, las promesas incumplidas por parte del partido socialista, promesas realizadas en sede parlamentaria, hasta la retirada de una oferta por parte de los responsables de interior en poco más de 48 horas, faltando el respeto a los más de 22.000 empleados trabajadores penitenciarios de toda España, son argumentos más que sólidos para la convocatoria de esta huelga, después de más de un año y medio de movilizaciones y sin haber encontrado una solución este conflicto” .
En este sentido, los sindicatos reclaman “un trato igual al resto de trabajadores del Ministerio Interior, en el que sí ha habido una negociación real y se han llegado a acuerdos con los representantes de los trabajadores”, al tiempo que exigen “respeto a un trabajo que tiene un efecto directo en la sociedad, no sólo por el cumplimiento de un mandato constitucional, como es el intentar devolver a la sociedad a la persona que ingresa en prisión en la mejoras condiciones posibles, sino por el trabajo que se realiza a diario en la prevención de delitos tanto dentro como fuera de la prisión, poniendo como ejemplo como se ha dado a conocer esta última semana en la operación dirigida contra DAESH y los presos islamistas radicales que habitan en nuestra cárceles”.
Para finalizar, los sindicatos recuerdan que para realizar esta labor “es fundamental que se nos nutra de persona suficiente, ya que hay cerca de 3.400 vacantes en prisiones, 50 de ellas en la provincia de Huelva, así como de una formación específica, actualmente inexistente, centrada en temas tan candentes como el islamismo radical o el nuevo perfil de la población reclusa”.