CCOO ha denunciado este miércoles que la empresa Marhan, empresa que gestiona la cafetería del hospital Infanta Elena de Huelva, ha despedido a dos trabajadoras y un trabajador, afiliados al sindicato, «que siempre han respaldado las decisiones y acciones de la delegada del sindicato en este centro», por lo que la central sindical califica la acción de “persecución sindical y decisión autoritaria para infundir miedo entre la plantilla y que nadie reivindique ningún derecho”.
El secretario general del sindicato provincial de servicios de CCOO en Huelva, Juan Carlos Liébana, ha declarado que “desde que ganamos la elecciones sindicales en este centro, nuestro trabajo ha sido corregir las múltiples irregularidades que se daban con respecto al cumplimiento del convenio de hostelería tanto en complementos que no se abonaban como en derechos o licencias que no se reconocían. En primer lugar, hablando y negociando con la empresa para que lo corrigiera y, como en la mayoría de casos no los corrigió, pues acudiendo en varias ocasiones a la inspección de trabajo que por ahora nos dio siempre la razón”.
Según explica Liébana, a partir de estas denuncias a la inspección de trabajo, la delegada sindical, Josefa Sampedro, empezó a notar un cambio de actitud hacia de ella. «Me he sentido acosada y controlada simplemente por exigir que se respetase el convenio y por defender los intereses de mis compañeros y compañeras. Es mucha casualidad que las tres personas despedidas sean las que llevan trabajando conmigo más de dos años en el mismo turno y que siempre me han apoyado y también es mucha casualidad que los tres días que le realizan el seguimiento casualmente a mi me pusiesen en otro turno».
Para CCOO, los motivos del despido “son totalmente injustificados. Han realizado un visionado de tres días en agosto mediante las cámaras de vídeo vigilancia que tienen en el centro de trabajo buscando hechos a los que se les pudiera atribuir faltas leves, hechos se han dado estos años en las tareas del día a día de estas trabajadoras y que son habituales en este sector, sin ninguna gravedad. Pero la empresa ha mostrado mala fe porque quería despedir a estas tres personas. Para nosotros está claro».
En este sentido, Liébana considera que «cuando una empresa quiere corregir una aptitud que entiende que va contra sus intereses normalmente la amonesta verbalmente o por escrito varias veces y, en caso de no ser corregida, sanciona. El hecho de que esto no se hubiera dado, de que estos trabajadores lleven en la empresa más de 15 años y nunca hayan sido amonestados ni sancionados, y la primera vez que los sancionan es con una medida totalmente desproporcionada, demuestra que hay muy mala fe. De hecho, el despido se le notifica el 25 de octubre y en el mes de septiembre habían llevado a cabo una selección de nuevo personal para cubrir a las tres personas despedidas».
Por todo ello, la central sindical anuncia que «vamos a denunciar esta acción de represalia sindical y pedir responsabilidades a quien corresponda. Ya hemos impugnado estos despidos en el Juzgado ye este tiempo haremos todo lo que esté a nuestro alcance para que la empresa reconsidere su postura y readmita a estos trabajadores. Por ello, llevaremos concentraciones en las puertas del hospital Infanta Elena todos los martes y jueves del mes de noviembre de 10:45 a 11:15 horas, siendo la primera el martes 13 de noviembre».