(Texto: Paco Morán) Uno que se va antes de que se abra el mercado de invierno. Nardy Lafuente, el jefe de prensa, que regresaba al club hace tres meses, se ha tenido que marchar por la sencilla razón de que no le pagaban.

El caos en la entidad sigue siendo la comidilla en la calle tras la debacle del PSOE al perder la Junta tras 38 años de gobierno. Y analizando los votos perdidos por este partido en la capital, casi 6.000, cada cual analiza la causa efecto que el alcalde Gabriel Cruz y su jefe, Pepe Fernández, han hecho en estos dos años y medios de horrible gestión en el Decano.

Han podido ser muchos onubenses cabreados los que les hayan castigado.

Y en este sentido están dos razones: los onubenses que nunca estuvieron de acuerdo con sacar diez millones de las arcas públicas para el Recre y los recreativistas que le han castigado por llevar al Recre al peor momento de su historia.

Los análisis son subjetivos y cada cual podría buscar esa relación causa efecto en pérdida de casi 6.000 votos en la capital.

Pero con Junta o sin Junta de Andalucía, la relación causa efecto del brazo armado de esta institución habría podido influir en el futuro del Decano.

Los políticos que mal gobiernan el Recre desde hace dos años y medio habrían podido pensar en montar una fundación, patronato, empresa pública…en definitiva, lo que ha venido haciendo la Junta para enchufar a los suyos. Una vez creada, habrían pedido una subvención a la Junta, meter a sus enchufados y seguir con el Recre en manos políticas.

Esta opción ha quedado anulada. Así que, antes del 31 de diciembre, Gaby tendrá que buscar una nueva fórmula para frenar una hemorragia que está llevando al Recre lentamente a la muerte.

Hay una fecha límite dada por la Federación de Peñas, el 31 de diciembre. Hay una fecha límite para evitar la marcha de al menos seis jugadores, el 6 de enero.

De momento, lo único que sabemos es la lectura del alcalde de Hueva cuando dice lo que ha venido diciendo en los dos últimos años: estamos trabajando en ello. Ya ha engañado a entrenador y jugadores, pero aun así, le dan un margen de confianza hasta el 31 de enero. Dos millones han de ser ingresados antes de fin de año para evitar el caos.