(Firma: Paco Morán) Incertidumbre es la palabra que uno se encuentra por la ciudad, una vez pateada a diario, ante tantas preguntas y opiniones que llegan desde la ciudadanía. Gabriel Cruz, haga lo que haga, no contentará a todos. Los más cercanos al Recre aplaudirían, el resto se subiría por las paredes ante una nueva apertura de la caja de caudales.
Sin haber nada oficial, ni pleno convocado, ni información de ningún tipo, cada uno nos lanzamos para aventurar que es lo que podría pasar en el Recre antes de final de año. Los concejales en la oposición no están por la labor de seguir abriendo la caja de todos para meter el dinero en una empresa pública con un agujero en su fondo. Dos millones de euros para el Recre volvería a ser otro parche en la más oscura gestión que he vivido en el Decano desde que lo sigo a nivel informativo.
El oscurantismo ha marcado esta negra travesía desde que se decidió quitarle el club al ‘malvado’ Comas. Desde entonces, comenzaron todos los males, por la sencilla razón de que el PSOE quiso erigirse en el salvador del Decano sin contar con los representantes de los onubenses en el Consistorio. Gaby quiso emular a Perico, sin saber que mientras el anterior alcalde tenía a Messi y Ronaldo en los despachos, él tiene a Villaroya y Spasic.
La jugada de querer poner una medalla en el pecho de Gabriel Cruz, se volvió un bumerán hiriente. Puedo entender y entiendo que IU, Podemos, Ciudadanos y Mesa de la Ria, ya hayan dicho basta. De otro lado, está un Grupo Municipal Popular en el que la inmensa mayoría de sus concejales saben que les quedan cinco meses de estar ahí e irán a su bola. No atienden directrices del partido y es imprevisible lo que cada cual podría votar en el caso de que haya una propuesta de seguir sacando más dinero público para el Recre.
Los concejales de la oposición que están unidos en el ‘NO’ argumentan y con razón, que por qué seguir sacando dinero de las arcas públicas cuando hay una empresa que quiere comprar un caballo moribundo, sin dientes, cojo y cuyo mantenimiento está costando una fortuna a los ciudadanos, aún sabiendo que sigue vivo artificialmente.
Si el Recre ha llegado a esta situación, ha sido por muchas razones y porque jamás ha tenido un consejo que haya sido capaz de hacer una gestión económica que pudiera meter dinero en la caja del club. Ha sido siempre papá Ayuntamiento el que ha ido inyectando dinero y más dinero en estos dos años y medio para llegar a ningún sitio. Un aumento de la deuda, tres años a punto de bajar a Tercera División, jugadores y empleados sin cobrar y unas instalaciones destrozadas.
El contrato de gestión por diez años con Eurosamop, llevándose el 15% de los ingresos brutos del Recre, no lo habría firmado ni mi nieto con seis años. Dos años y medios en los que no ha habido un plan de viabilidad que pudiera equilibrar gastos e ingresos. La patada adelante ha sido la única hoja de ruta. Una empresa en ruina y que tiene más empleados que el Real Madrid en la que nadie ha sido capaz de solucionar una situación laboral inviable. Así es imposible, dado que todo lo que se eche en el Decano, es echarlo en un pozo sin fondo. Antes de sacar más dinero público habría que establecer un plan.