La Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias (Acaip) ha vuelto a reclamar en la mañana de este viernes el traslado de S.M, un interno de origen senegalés y con antecedentes contra la libertad sexual, que el pasado viernes, 21 de diciembre, protagonizó una nueva agresión a un funcionario de la prisión de Huelva, a quien propinó un puñetazo en la cara.
En un comunicado de prensa, el sindicato denuncia que «después de una semana de esta salvaje agresión, por la que el funcionario se encuentra en situación de incapacidad laboral, éste interno no haya sido trasladado a otro centro penitenciario, dando la impresión que agredir a un funcionario de prisiones en este país sale gratis», al tiempo que critica «la poca o nula transcendencia jurídica que suponen este tipo de incidentes».
Así mismo, desde Acaip critican que el interno ha sido trasladado al módulo de enfermería, «sin que tengamos constancia de las razones por la que ha sido trasladado a dicho modulo, poniendo en peligro la seguridad del centro y la de los propios trabajadores», al entender que «no es un módulo adecuado a la peligrosidad que ha demostrado dicho interno durante su corta estancia en prisión».
Entre los motivos de sus quejas, el sindicato subraya que «la falta alarmante de personal sanitario tras el intento de envenenamiento del personal sanitario» el pasado mes de noviembre, «hecho que ha provocado que más de la mitad de la plantilla del servicio sanitario esté en situación de incapacidad laboral, sumado a la gestión actual del módulo de enfermería del centro, que provoca que prácticamente alrededor de 120 internos, por diferentes motivos, se desplacen hasta el mismo a diario, así como la estancia tanto del interno que agredió de forma brutal a un trabajador el pasado viernes como el presunto autor del crimen del Campillo, convierten a este espacio de la prisión en un verdadero polvorín de consecuencias imprevisibles».
Por todo ello, «exigimos que Instituciones Penitenciarias se ponga manos a la obra y tome medidas inmediatas tendentes a mejorar la seguridad del centro y la de los propios trabajadores y no empeorándolas, como es el caso, con las decisiones adoptadas por la dirección del centro».