30 diciembre 2024

El despido procedente y sus implicaciones

En ocasiones, las empresas requieren finalizar la relación laboral con sus empleados por motivos que pueden variar según las políticas de la empresa y la capacidad de cumplir con sus funciones.

De acuerdo a esto, es importante que la administración tenga en cuenta todos los pasos a seguir para que el despido se enmarque en la justificación pertinente y sea procedente, aparte de cumplir con los requisitos adecuados conforme a la legalidad del caso. Comprender las razones por las cuales se despide a un empleado es primordial. Asimismo, considerar el Estatuto de los Trabajadores como principal apoyo en este área.

¿Cuándo el despido es procedente?

Existen diferentes tipos de despido que son regulados a través del Estatuto de los Trabajadores, así como los efectos que estos conllevan. Entre ellos se encuentran los despidos disciplinarios y los objetivos. De esta manera, se considera procedente en el momento que son acreditados los motivos de la empresa para despedir al trabajador, declarado por medio de una Sentencia del Juzgado de lo Social. Se aplica al disciplinario y también al objetivo.

Es importante considerar que una de las consecuencias principales de cualquier despido es el cese de la relación laboral del trabajador con la empresa, y para que sea legal debe ser comunicado por escrito, incluir las razones que justifiquen la decisión y, por supuesto, la fecha de finalización de dicha relación. A continuación se explica cada uno de ellos.

  • Despido disciplinario: ocurre cuando se anula el contrato con el trabajador y es procedente al justificar una falta o infracción grave que se comete y que esté regulada en la legislación laboral.
  • Despido objetivo: en este caso se liquida la relación laboral por causas económicas, organizativas, técnicas o de producción. Del mismo modo que el disciplinario, este será procedente si las causas son ciertas y están justificadas.
Causas principales que lo justifican

En el momento de determinar si el despido es procedente o no, es indispensable saber si cumple con las causas establecidas en la ley. De este modo, todo hecho o comportamiento que lo motive debe ser probado ante un juicio por la empresa a través de medios admisibles en Derecho, como grabaciones de vídeo o audio, argumentos de testigos o documentos que prueben las faltas.

Sin embargo, no entran dentro de estas faltas la discriminación ni las circunstancias personales como maternidad, tratamiento médico, accidentes de trabajo o huelga legal, entre otras. A continuación se detallan las principales causas por las que un despido es declarado procedente.

  • Inasistencia o falta de puntualidad: ocurre al faltar tres o más veces al mes al trabajo sin justificación y de una forma repetida, en este caso es procedente el incumplimiento.
  • Desobediencia e indisciplina: esta causa es delicada de tratar, porque todas las desobediencias no deben castigarse con despidos, sobre todo si la orden incurre en actos ilegales.
  • Ofender a demás trabajadores: se deben analizar los hechos para precisar si las ofensas son tan graves para considerar el despido.
  • Abuso de confianza: en el cual se contemplan los engaños y la deslealtad a la empresa.
  • Bajo rendimiento y falta de diligencia: cuando se observa una reducción de la productividad de manera continua y voluntaria.
  • Toxicomanía constante: en el que el comportamiento afecte negativamente en las funciones desempeñadas por el trabajador.
  • Acoso a otros compañeros: considerada como una falta grave, asediar o discriminar a otros empleados o incluso al empresario.
Requisitos para que un despido sea procedente

Los requisitos necesarios para que un despido sea procedente están basados en las razones por las cuales este se origina, así como el procedimiento a seguir que se establece en el Estatuto de los Trabajadores. De esta manera, es necesario comunicar la decisión de una forma efectiva a través de una carta de despido que termina la relación laboral del trabajador con la empresa.

Es importante expresar en la comunicación si refiere a un despido disciplinario o a uno objetivo, y en el caso de que el trabajador no esté de acuerdo con las causas que se citan en ella, puede hacer una reclamación ante un tribunal. Sin embargo, lo ideal es que haya una conciliación laboral, en la que el trabajador y la empresa realizan un acuerdo para evitar instancias judiciales. Como se ha mencionado, es esencial que la carta incluya los motivos que acrediten dicha decisión y la fecha en que ocurre. Más información | Ius & Lex – Despido procedente.

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