(Firma: Paco Morán) Un auténtico festiva de goles, de juego, de compromiso, de saber querer para saber ganar. Un fidedigno repaso de Salmerón a Munitis y de paso certificar que este entrenador es de otra categoría.
Ahora me explico porqué Óscar Carazo fue un pesado tratando de convencer a Salmerón para que viniese a Huelva.
A día de hoy, acertar la alineación el Recre es más complicado que entrar en el puente sobre el río Odiel para ir a Punta Umbría.
El almeriense ante el UCAM de Murcia sorprendió dejando en el banquillo a dos jugadores importantes como son Pablo Andrade y a Diego Jiménez.
Pero es tanta la fe y confianza que hay en él, que nadie duda de sus decisiones. Y sobre todo cuando comienza el partido y uno analiza el porqué de su decisión, tenemos que verificar que lo hecho tiene todo su sentido.
Salmerón y su equipo de colaboradores no solo analiza el rival del momento, sino también al del domingo siguiente. Y en función de ello reserva a los hombres adecuados. Y lo bueno que tiene Salmerón es que luego explica en rueda de prensa su alineación y los motivos que le llevan a poner a uno u otros.
Lo de ayer en La Condomina fue un auténtico festival, no sólo de goles, sino también de fútbol.
Y precisamente un amigo suyo, ya hace dieciséis años, lograba un mismo marcador en El Sardinero. Fue un 1-5 del equipo de Lucas Alcaraz al Racing.
Esta plantilla configurada por la pareja perfecta (Salmerón-Carazo) parece que no tiene límites. Y es que si ante el Real Murcia dijimos todos de haber hecho un gran partido, ante el UCAM superó esa condición.
Hay muchas razones para el optimismo porque cada semana veo al equipo en mejores condiciones. Pero esto es fútbol y aún no ha llegado esa curva descendente que todos los equipos tienen a la largo de la temporada.
Hablo del llamado factor físico que tan bien tiene estudiado David Torrejón, el físico del Decano. Dosificar a la gente lo está haciendo Salmerón con las correspondientes rotaciones semanales.
A falta de catorce partidos para que acabe la liga regular, yo sí que apuesto por la liga de ascenso. Y eso que a día de hoy estamos fuera de los cuatro primeros. Pero más importante que la clasificación son las sensaciones de juego, de preparación física y del gran ambiente que tienen los jugadores, cuerpo técnico y director deportivo. Veo mucha fuerza entre los que se visten de corto. Veo un tren imparable que puede acabar en la estación término de, tras 21 años, volver a vivir una liga de ascenso.