(Firma: Paco Morán) El Recre está imparable y todo ello gracias a varios factores deportivos que están determinado una temporada inmaculada. La clave radica en el trabajo hecho por Óscar Carazo y el consenso llevado a cabo con José María Salmerón.
A parte de haber hecho una plantilla con enormes dificultades de credibilidad que el Recre tenía en el mercado por su morosidad reiterada, estaba el presupuesto bajo que no permitía traer lo que en un principio Carazo tenía en su plan A.
La historia de la economía está llena de milagros. La Revolución Industrial es el arquetipo, pero también están el ‘milagro alemán’, el ‘milagro japonés’ e incluso se habla del ‘milagro español’. En el fútbol se entiende por milagro económico lograr los objetivos gastando menos dinero que tus competidores.
El caso del San Fernando, capaz de pelear en la presente campaña por subir de categoría con apenas 750.000 euros de presupuesto, es el ejemplo más cercano por su rivalidad con el Recreativo de Huelva a la hora de ocupar uno de los puestos del ‘play-off’ de ascenso.
Pero no deja de ser la excepción a la regla, porque en un mundo tan tendente al despilfarro como el balompié, existen otras formas de obrar un milagro económico y deportivo: alcanzar mayores cotas clasificatorias gastando el mismo dinero que en temporadas precedentes.
Es ahí donde encaja el milagro obrado por Óscar Carazo y José María Salmerón, quienes con el mismo presupuesto (1’4 millones de euros) que, en ejercicios anteriores, ya han logrado que el Recre supere su récord de puntos desde el último descenso de Segunda a Segunda División B.
En efecto, con su reciente triunfo en Jumilla, el Decano suma en estos momentos 48 puntos, cuando aún faltan doce jornadas por jugar. Una cifra que supera los 47 puntos totales alcanzados al final de los cursos 2017/18 y 2016/17, y los 45 puntos del ejercicio 2015/16.
Pero aparte de las operaciones matemáticas, está la labor psicológica llevada a cabo por Salmerón y Carazo, aguantando a los jugadores en su desesperación ante tantos meses sin cobrar, con césped en malas condiciones y sin agua caliente para ducharse. El aguante que han tenido estos profesionales en las malas condiciones de trabajo que tuvieron, no tiene precedentes. Jamás bajaron los brazos. Desde el minuto uno de la temporada se dejaron el alma.
No cabe duda que, los 14 millones de euros aportados por los más de 146.000 onubenses, ha contribuido al bienestar de todo el organigrama deportivo.