La Universidad de Huelva, en el marco de la conmemoración del 31º aniversario de la movilización del 3-M y del 25 aniversario de su creación, ha celebrado este lunes la tradicional Festividad del 3 de Marzo, Día de la UHU, con un acto solemne en el Aula Magna del edificio Jacobo del Barco que ha estado presidido por la rectora de la Onubense, María Antonia Peña, y que ha contado con una nutrida representación por parte de la Administración local, regional y estatal, autoridades políticas, militares y representantes destacados de la sociedad onubense, y por supuesto de toda la comunidad académica.
Los sones solemnes del Vini Creator y Gaudeamus Igitur, piezas interpretadas por el Coro de la Universidad de Huelva, han servido para inaugurar la tradicional festividad con la investidura de los nuevos doctores y doctoras, que han prestado juramento y promesa y que han recibido la enhorabuena de la Rectora. Un vídeo proyectado en el Aula Magna ha repasado los hitos logrados por la Universidad de Huelva desde que hace ya 31 años, en aquel 3 de Marzo de 1988, la sociedad onubense se echó a la calle para reivindicar una Universidad para Huelva.
Poesía, flamenco y Universidad se han dado la mano en una actuación musical en la que la cantaora Laura Marchena ha interpretado, en una revisión del también mítico tema de Camarón, La leyenda del tiempo, con los sentidos versos de Federico García Lorca.
Uno de los momentos más destacados lo han protagonizado las personalidades que han recibido la Medalla de la institución, máxima distinción que concede la Universidad de Huelva, y que este año ha recaído en el cantaor Arcángel, el bicampeón del mundo y medallista olímpico Javier Fernández y en el profesor de la Onubense Francisco Manuel Alonso Chaves.
La Rectora, M.ª Antonia Peña, ha destacado que con la concesión de estas medallas, aprobadas por el Consejo de Gobierno de la UHU, han primado “tres elementos muy presentes en la Universidad: la cultura, con un arte Patrimonio Inmaterial de la Humanidad (Unesco) y un artista de la talla de Arcángel; el deporte, algo intrínsecamente asociado a la formación y a la vida universitaria, en la persona de campeón de patinaje artístico Javier Fernández; y la investigación y transferencia del conocimiento, por parte de nuestro profesor Francisco Alonso Chaves”.
El madrileño Javier Fernández, dos veces campeón mundial de patinaje, siete veces campeón de Europa, medallista olímpico, ha recibido la Medalla de la UHU tras situarse en lo más alto del podio internacional. Recordó la Rectora que hasta que en 2017 se le concedió a la campeona onubense Carolina Marín, nunca se le había otorgado esta medalla a un representante de la actividad deportiva. “En Javier, coincidiendo con su retiro de la competición, queremos representar no sólo el éxito indiscutible de una práctica a nivel internacional, sino los valores de disciplina personal y constancia que hay detrás de ese éxito, valores que son también los propios de la Universidad, y el mérito de verterlo en un deporte minoritario en España, ajeno a los circuitos comerciales masivos y a la atención mediática”. Un deporte, el patinaje artístico, que “casi como ningún otro, es capaz de unir preparación física, habilidad y belleza artística”.
El propio Javier Fernández ha considerado un “honor” recibir la máxima distinción de la Onubense, especialmente lo otorga una Universidad como la de Huelva, “tan lejos de donde nací”. Fernández ha recalcado que el reconocimiento de la UHU es extensivo a los deportistas y disciplinas que no son tan mayoritarios en nuestro país y que no tienen tanta visibilidad, y que esperemos que sean emergentes”. Para el bicampeón del mundo y Medalla de Bronce en los JJOO de 2018 (Pyeongchang), estos premios “deben servir para que entre todos ayudemos a visibilizar esos deportes minoritarios y para alentar a los niños y las niñas a que lo practiquen”.
Del artista onubense Francisco José Arcángel Ramos, Arcángel, María Antonia Peña ha incidido en que ha “llevado el cante flamenco, con sabiduría y sensibilidad, a sus más altas cotas artísticas, y ha situado una vez más el nombre de Huelva (la ciudad, la provincia y también la Universidad) en la cima de una expresión cultural reconocida por la Unesco como patrimonio inmaterial de la Humanidad”. Arcángel, ha subrayado la Rectora, “es uno de nuestros patrimonios más universales”, y ha tenido un especial mención a las clases magistrales que el artista sobre su arte en el Aula de Flamenco de la Universidad de Huelva.
Arcángel ha considerado un “orgullo” recibir una distinción como la Medalla de la Universidad de Huelva, máxime cuando es su tierra la que le reconoce: “Si significa eso para Javier Fernández, imagínense para un artista que nació aquí, en Huelva, que vive aquí y que ama su tierra”. El cantaor ha valorado el acercamiento entre Universidad y Flamenco, “un matrimonio que esperamos que sea eterno”, y deseó que una Cátedra como la de Flamencología se haga alguna vez realidad en la Universidad de Huelva.
En cuanto al profesor Francisco Manuel Alonso Chaves, profesor del Área de Geodinámica Interna de la Universidad de Huelva, su figura es especialmente relevante, ya que fue uno de los geólogos que participó en los trabajos de rescate del pequeño Julen en Totalán (Málaga). Precisamente, la Rectora ha querido destacar su “valiosa y desinteresada participación en la tentativa de rescate del pequeño Julen Roselló: una participación que él nunca olvidará en su aspecto más humano”. Además, ha hecho hincapié en que se reconoce por encima de todo la “la investigación y la transferencia del conocimiento”. “Gracias, Francis, por tu emocionante trabajo y por representar lo que el conocimiento generado en la Universidad puede suponer cuando se pone al servicio de causas nobles y humanitarias”, ha manifestado María Antonia Peña.
El profesor, vinculado a la Universidad de Huelva desde su misma gestación, se mostró especialmente emocionado porque es su casa, su familia, la Universidad de Huelva, la que le concede el máximo reconocimiento. “Es un sentimiento inmenso y una alegría excepcional”, ha dicho, al tiempo que ha valorado que “cada clase es una oportunidad para la transferencia de conocimientos”, y quiso compartir la Medalla con el resto de profesores de la Onubense, que dan lo mejor de sí mismos para lograr este objetivo”.
Respecto al operativo de rescate en Totalán, a pesar del triste final para el menor, hizo hincapié en el “trabajo desinteresado, incansable y anónimo” de los más de 300 profesionales que formaron parte del operativo, en un “ejercicio de Humanidad” donde “cada uno dio lo mejor de sí mismo”.
Un triste suceso que, por otro lado, ha demostrado que la Geología es una “ciencia de interés social”, por lo que mostró su orgullo de que Huelva sea “una de las nueve universidades españolas donde se puede obtener el Grado de Geología”.
La necesidad de una financiación planificada
En la intervención que clausuró el Día de la Universidad de Huelva, la Rectora quiso incidir en esta función social de transferencia del conocimiento por parte de las universidades, y destacó especialmente el papel que desde su creación ha tenido la Universidad de Huelva en el “compromiso con su entorno”, un carácter claramente diferenciador respecto al resto de instituciones académicas, y así lo demuestra el informe encargado por el Consejo Social titulado ‘Evaluación del impacto social, cultural y económico de la Universidad de Huelva en su provincia’, que concluye que “cada empleo de nuestra Universidad crea de media en la provincia 2,5 empleos nuevos y cada euro asignado a nuestro presupuesto genera 4 euros de beneficio a la sociedad onubense”. En esta línea, Peña ha recalcado el “valor añadido” que aporta la Universidad a la provincia, y su repercusión en la sociedad onubense.
Poniendo por delante esta virtud, y también la importancia del verdadero capital de la Universidad, la Rectora, en un tono reivindicativo aprovechando la presencia de las autoridades, ha subrayado la necesidad que tiene la Onubense de financiación, la cual debe ser “más abundante, y también planificada; conocer los recursos de los que vamos a disponer cada año nos permitiría tener una certidumbre para organizar y orientar las prioridades” en materia de personal docente y no docente, estudios, investigación, o para diseñar un nuevo Plan de Infraestructuras para la mejora de las instalaciones.