La casa-museo Zenobia Juan Ramón acogió ayer varias actividades en recuerdo a la gran investigadora juanramoniana Graciela Palau, una de las personas que más ha contribuido a la difusión de la vida y obra del Nobel y de su esposa. Graciela siempre se mostró muy unida a Moguer y ayer nuestra ciudad quiso rendirle homenaje.
El pasado 24 de marzo cumplía cien años la insigne profesora Graciela Palau de Nemes, una de las mayores especialistas en la figura del poeta de Moguer, quien durante varios años convivió y colaboró estrechamente con Juan Ramón y Zenobia, desarrollando tras la muerte de ambos una excepcional trayectoria como investigadora y difusora de la Obra en Marcha del Andaluz Universal.
Con motivo de esta señalada efeméride, la casa-museo acogió ayer varias actividades con las que la Fundación Zenobia-Juan Ramón quiso felicitar a la doctora Palau recordando su estrecha vinculación con el matrimonio Jiménez y el cariño y la generosidad que ha mostrado siempre hacia la ciudad que vio nacer al premio Nobel.
Tras la presentación a cargo del director de la casa-museo Antonio Ramírez, el homenaje a Graciela Palau se inició con las intervenciones del director del archivo histórico de Moguer, Diego Ropero y la investigadora del Centro de Estudios Juanramonianos (CEJ), Teresa Rodríguez, quienes destacaron la enorme valía profesional de Graciela Palau, su decisiva contribución al conocimiento y difusión de la obra del Nobel y su incansable desvelo por perpetuar la figura de Juan Ramón Jiménez en todos los foros culturales, y especialmente en la Universidad de Maryland, donde la investigadora ha desarrollado gran parte de su trayectoria profesional.
Los intervinientes recordaron también la estrecha relación afectiva que Graciela Palau mantiene con Moguer desde su primera visita en 1958 poco después del entierro de Juan Ramón y Zenobia, y sus generosísimas aportaciones a lo largo de los años tanto a la propia Fundación del Nobel como al archivo histórico municipal de un excepcional legado compuesto por numerosos enseres personales relacionados con el matrimonio Jiménez que conservaba la investigadora, así como su valiosa biblioteca personal.
Algunos de los objetos que componen ese Fondo Graciela Palau pudieron admirarse en un audiovisual proyectado a continuación, con imágenes de piezas de un elevado valor sentimental por formar parte de la cotidianidad del hogar americano del matrimonio Jiménez, como el fonógrafo con el que la pareja disfrutaba de la música o el vaciado del busto de Juan Ramón que la Universidad de Maryland encargó al escultor Julio Tapias para homenajear al poeta en el año de su centenario.
En la segunda parte del acto tomaron la palabra Antonio Ramírez y la también investigadora del CEJ Rocío Bejarano, quienes presentaron la obra “Un siglo con Graciela”, una publicación de la Fundación que incluye la reproducción de documentos inéditos, algunos con correcciones del propio Juan Ramón, de la que fuera una de las más importantes colaboradoras del matrimonio Jiménez, así como varios trabajos audiovisuales en torno a la figura de Graciela Palau.
Uno de los vídeos recopila imágenes de la visita de la doctora Palau a Moguer en 2008 así como la conferencia que pronunció en la casa museo, otro es un emotivo montaje audiovisual sobre la reciente visita de Antonio Ramírez y Diego Ropero a la residencia de la profesora para festejar su cumpleaños y trasmitirle la felicitación institucional del Ayuntamiento de Moguer con hermosas declaraciones de la gran juanramoniana a la que Moguer rindió ayer homenaje, y el tercer audiovisual, realizado en lengua inglesa pero con subtítulos en español, es un tributo que la Universidad de Maryland realizó a la que fuese una de sus grandes docentes con motivo de su 100 cumpleaños, destacando su magisterio y su compromiso con la excelencia.
La tarde dedicada a recordar a la doctora Palau finalizó con la inauguración de una magnífica exposición titulada “Graciela Palau de Nemes. Fiel discípula y amiga de Zenobia y Juan Ramón” una muestra compuesta por varios paneles ilustrados con textos autobiográficos de la propia Graciela, referencias literarias, poemas, fotografías y otros documentos que nos permiten profundizar en la estrecha relación que mantuvo la profesora Palau con el matrimonio Jiménez, así como varias vitrinas expositoras en las que se muestran libros de la biblioteca personal de la investigadora que se custodia en el archivo, entre ellos, algunos dedicados a Graciela por primeras figuras de la literatura como Neruda, Delibes, Borges, Cela u Octavio Paz, cuya hermosa dedicatoria dice “A Graciela Nemes en nuestro común amor a Juan Ramón, su amigo Octavio Paz”.
Los contenidos de la muestra se agrupan en varias secciones, desde el primer encuentro de la joven Graciela Palau con Juan Ramón en 1937 hasta la estrecha relación que mantuvo con Zenobia hasta el mismo momento de su muerte (hay un relato de los últimos minutos que pasó con la esposa del Nobel verdaderamente estremecedor).
El segundo encuentro con los Jiménez ya en 1947, el intenso período en el que trabajó junto a ellos en Puerto Rico entre 1947 y 1951, los últimos años del matrimonio Jiménez en la Isla de la Simpatía o las gestiones de Graciela canalizadas a través de la Universidad de Maryland para presentar la candidatura al Nobel de Juan Ramón, son algunos de los interesantes contenidos de esta exposición que nos muestra con materiales de extraordinario interés, la intensa relación de amistad y admiración mutuas que mantuvo Graciela Palau con Zenobia y Juan Ramón durante más de 20 años.