(Firma: Javier García Baquero) Se acabó el ciclo de 34 tardes de toros consecutivas en Las Ventas, la que, precisamente por esto y por mucho más, es la primera plaza de toros del mundo. Era una feria que en sus previos se definía como “complicada” por la ausencia de las llamadas figuras ante la imposición de la empresa de un bombo iniciático y cobarde de diez tardes. Ni Morante, ni Manzanares. ni Talavante (retirado), ni Juli (que entró a última hora sin pasar por el bombo) eran de la partida.
Pues sin esas figuras, el San isidro taurino de 2019 ha sido una gran feria. Ha aumentado el número de abonados y el público que ha pasado por taquilla, con hasta ocho llenos, se han descubierto y confirmado nuevos valores ganaderos y toreros, ha habido numerosas tardes de triunfo, enfrente debemos poner las numerosas cogidas, alguna muy grave, todas aparentemente bien resueltas por un excelente equipo médico, seis puertas grandes históricas, pocas tardes sin emociones, el aspecto ganadero se ha normalizado sin bailes de corrales y pocos toros devueltos, han vuelto las necesarias polémicas puramente taurinas, se ha hablado de toros en muchos sitios… todo ello debe llevar no a la complacencia sino a abundar en el éxito, mejorando lo mejorable y respetando.
Entre lo mejor de la feria empezamos por la organización, alta nota a Plaza1, Simón Casas y Nautalia o según dicen, cada vez más, Nautalia y Simón Casas. Ha arriesgado dentro de lo posible y le ha salido bien la jugada. Deberán afinar en algunos carteles muy forzados y sin mucho interés y exigir que el que quiera ser figura y quiera cobrar como figura se acartele con quien permita que se lleve el taco. Un éxito el bombo con el que se debe seguir trabajando. Cumbre el equipo médico del doctor García Padrós, pendiente, correcto, sin otro afán que salvar la integridad física de los toreros. Cada vez más preparadas las cuadrillas, salvo algunos fallos de colocación y actitud, en muchos caos responsabilidad del director de lidia o del jefe de filas. Un desastre la presidencia de algunos días, sólo se pide un mismo criterio y homologación para aplicarlo. Mucho que debatir sobre el comportamiento de los tendidos, el 7 es necesario por su conocimiento y nivel de exigencia, hasta ahí de acuerdo, pero no se deben consentir las faltas de educación suyas y de otros cuantos gritones.
Ganaderamente sale al alza la última corrida de San Isidro lidiada por Santi Domecq con un toro, el sexto que protagonizó un precioso tercio de varas y Adolfo con una gran corrida además de la gran sorpresa que fue Zalduendo al poco de la muerte de su creador, Don Fernando Domecq. Luego Juan Pedro, con Despreciado, un gran toro, como su hierro hermano de Parladé, Vandellan con otro como Victorino, La Quinta, Montalvo y Victoriano del Río. No se ha estrellado con su apuesta Fuente Ymbro además echó ese Pijotero que lidió Perera. También nos gustó lo de Mayalde en novillada y el Capea para rejones. Vienen a menos Jandilla, El Pilar, Escobar, Alcurrucen, Baltasar Iban, Pedraza Joselito y Cuadri, con dolor de todos los que queremos a Don Fernando Cuadri, homenajeado con cariño por “su” público más fiel
Si hablamos de toreros, la máxima figura del momento es Roca Rey, llena las plazas y además triunfa con regularidad. Lo ha dejado demostrado con una puerta grande y actuaciones superlativas en sus tres tardes, sigue en su estatus de mandón del escalafón, aunque no se ha destacado más de los perseguidores, en este caso savia nueva que viene arreando a Aguado y a de Miranda los tiene más cerca
Nombres que suben en este mercado continuo, el que más David de Miranda, un semidesconocido con una dura historia, una tauromaquia pura y dura y una irrupción demoledora en su confirmación de alternativa con una puerta grande de las importantes ante un toro bravo y exigente de Juan Pedro, el más contundente de los jóvenes que deben tomar las primeras posiciones del escalafón a no mucho tardar. Apuntaba Pablo Aguado cosas distintas, por eso estaba tres tardes en los carteles de la temporada, sus cuatro orejas en Sevilla lo pusieron aún más en el disparadero, su tauromaquia añeja, de naturalidad y pocas apreturas ha cautivado por distinta y ha conseguido llenar la plaza el día del cierre de la feria. Ferrera y Ureña, triunfadores numéricos del ciclo, enloquecieron a unos tendidos que supieron reaccionar con emoción a historias duras, tauromaquias no habituales y de mucha entrega. Desparpajo, desorden emocionante, mucho valor y casta las de Román, un torero que lleva años queriendo subirse al carro y este año lo ha logrado pagando con una dura cornada el fielato de quien quiere ser figura por lo civil o por lo criminal. Emilio de Justo va cumpliendo etapas y es un torero que se reafirma en su crecimiento. Muchas ganas de volver a verlo con el toro duro y con el menos duro también. Robleño y Lopez Chaves se consolidan en su estatus de rey de las duras Y muchas de volver a ver a Juan Ortega, tomen nota.
Entre los toreros que no sufre modificaciones significativas Perera que es un extraño caso, descabalgado del elenco de máximas figuras, ha estado como siempre es el pacense firme, puro, y con el mejor toreo académico del escalafón, pero sin pasión. Una puerta grande que le va a hacer más daño que bien, y de la que el torero no tiene culpa. (¿Es exigible que se negase a salir a hombros después de haber cortado las dos orejas? NS/NC.) Ginés Marín es otro valor que se mantiene en ese segundo nivel rozando a veces lo máximo y otras veces dejándose vencer por la indolencia de quien sabe que lo tiene todo para ser gente importante en esto. Luque es otro privilegiado que hace la goma y al que a poco que le embista un toro por derecho en Madrid puede reverdecer laureles. Urdiales sigue siendo el consentido de una plaza que sabe y debe esperarlo. Juli sigue con sus demonios internos y con sus acérrimos detractores venteños en dos tardes buenas sin lote de triunfo. Eugenio de Mora, Ritter, Finito, Curro Díaz son toreros que siempre apetece ver en Madrid y siempre están bien sin exageraciones. Escribano, Caballero y Juan Leal con su valor y sus cornadas mantienen posiciones
Los hay que bajan en este mercado de valores como Chacón, que no ha agotado su crédito pero ha dejado dudas, las mismas que López Simón y menos que Pepe Moral, toreros que saben del triunfo en esta plaza pero que no han estado bien como el intermitente Álvaro Lorenzo o el gris Castella e incluso el encastado Garrido al que parece ser que le faltan retos
De vuelta un torero que se hizo grande en esta plaza y que se despedía de San Isidro como El Cid. Otros preferidos otrora de Madrid, parece que les queda poco que aportar como David Mora, Morenito.
Entre los novilleros quizá Fernando Plaza y ganas de volver a ver a Antonio Grande
A caballo Hermoso demuestra que es eterno, Ventura que es mortal, Galán, lea y Leonardo se reafirman en su lugar de privilegio sin que le dejen dormir en la gloria.
Y el resto, pues ya saben, si están no molestan pero si no están nadie o casi nadie los echará de menos.