Ante las declaraciones de UGT, “sindicato afín a las pretensiones de Fertiberia desde sus inicios y que anima al enterrado de los fosfoyesos”, Mesa de la Ría ha solicitado “el estricto cumplimiento de la legislación vigente que imposibilita la intención chapucera de la factoría”.
Para Mesa de la Ría, “el descrédito de UGT en Huelva alcanza límites insospechados, pues a la vez que el sindicato ha recibido donativos del propio Villar Mir, se posiciona en solitario contra toda la sociedad onubense que se ha manifestado unánimemente contra un proyecto que no ofrece ninguna garantía. Las balsas amenazan colapso y producen filtraciones y vertidos al medio natural a través de los canales mareales, según los informes de expertos de la Universidad”.
En relación a las declaraciones sobre que el tapado de los fosfoyesos «es un proyecto que tiene la supervisión, en todos sus aspectos, de la Audiencia Nacional”, desde la formación aseguran que “el sindicato miente y muestra total desconocimiento, pues la Audiencia está a la espera de lo que decidan las tres administraciones competentes. La supervisión técnica corresponde, al Ministerio con la Declaración de Impacto Ambiental (DIA), a la Junta de Andalucía con la Autorización Ambiental Integrada (AAI) y al Ayuntamiento con el Informe de Compatibilidad Urbanístico. Y a este respecto, tanto la Junta de Andalucía como el Ayuntamiento se han posicionado claramente en contra en las propias alegaciones a la DIA, que sigue sin resolverse”.
Mesa de la Ría recuerda que las balsas de fosfoyesos de Huelva “constituyen el mayor problema sanitario y ambiental de Europa, y que éstas no se encuentran en la misma situación que las del resto del mundo, que sí fueron vertederos autorizados e impermeabilizados. De hecho, las balsas de Fertiberia se diferencian del resto en que tienen una sentencia condenatoria firme y que se han mezclado con millones de residuos tóxicos y radiactivos”.
Además, Mesa de la Ría insta a los diputados onubenses del PSOE y Unidas Podemos, para que trasladen a los responsables de las negociaciones de gobierno las necesidades que Huelva tiene, con el objetivo de que incluyan la negativa al proyecto de Fertiberia.
Ante todo, el colectivo espera un pronunciamiento contrario al proyecto del nuevo Ministerio de Transición Ecológica para poder pasar al plan “B”, es decir, la recuperación íntegra de la marisma contaminada por Fertiberia, mediante la gestión, reutilización y valorización máxima de residuos y la creación de una Industria de la descontaminación, “solución más cara y compleja para la empresa que contaminó, pero que traerá un innumerable empleo a la capital que no defiende este sindicato”.