(Firma: Javier García Baquero) Tercera de feria. Casi lleno. Tarde agradable. Se guarda un minuto de silencio en memoria de José Luis García Palacios, ganadero fallecido titular de la ganadería de Albarreal, que debutaba este sábado en la plaza de toros de Huelva. Toros de Albarreal y uno deTorrealta (5º bis), discretos de presencia. Justos de presencia: 1º chico, sin fuerzas ni entrega. 2º, blando, reparado de la vista . 3º, boyante, haciendo avión y a más muy aplaudido. 4º, con clase mientras duró. 5º bis, Incierto, mal mirado, mal andado, manso. 6º noble y repetidor.
Morante de la Puebla, pitos y ovación. David de Miranda, oreja y ovación. Pablo Aguado, vuelta al ruedo y dos orejas. Saludan en banderillas Iván García, Manolo Contreras y Pedro Muriel
Tarde de muchos matices la vivida esta tarde en la plaza de toros de Huelva. Se comienza guardando un minuto de silencio por el empresario y ganadero José Luis García Palacios, cuyo hierro de Albarreal debutaba hoy en colombinas como ya hiciera hace unos lustros con el otro hierro que tuvo pastando en su finca de San Bartolomé de la Torre de Concha y Sierra.
Morante de la Puebla se las vio en su primero con un toro muy flojo de remos ante el que poco pudo hacer. Le quito las moscas en cuanto vio que no había faena posible. Con el cuarto dio una lección de toreo con el capote, variado, original, ayudando al toro desde el recibo hasta ponerlo al caballo y la forma de quitarlo. Muestrario de torería, pasando Chicuelo, Joselito y todos los toreros que tiene el de la Puebla en su cabeza y su tauromaquia. Empezando por su propia personalidad de tanto valor y efectividad una pena que se parase en la muleta.
David de Miranda dejó dicho que está aquí para mandar. Cumbre de disposición, de torería, de temple, de seguridad, de magisterio y de verdad con un toro que hizo algún extraño, posiblemente por problema en la vista y al que toreó magníficamente a la verónica, y enjaretó una faena donde el toro no le tocó la muleta ni un segundo y nunca lo llevó más despegado de un suspiro de sus vuelos lentos y cadenciosos. Hombre en la elección de los terrenos y el manejo de los toques “toreadores” y hacia la verdad siempre. Lo cogía muy delante para soltarlo muy detrás con mucha verdad y pasándoselo muy cerca. Estoconazo fulminante. Faena de dos orejas para toda la plaza menos para el usía.
Una vez cambiado precipitadamente el enclasado titular, salió el sombrero de Torrealta, que era un prenda de colores, manseando, querencioso, andando de lado… El de Huelva volvió a dejar dicho que solo tiene un camino que es el de la verdad. Faena imposible mal rematada con la espada.
Pablo Aguado enamora Huelva, tiene la virtud de la conexión inmediata con el público, una torería preciosista y de miniaturas de cristal de bohemia, con detalles que encandilan. Sorteó el mejor lote de la tarde y dejo dicho que sabe inventar delante de la cara del toro, que domina esa difícil técnica amanuense del toreo a media altura, acompañando con todo el cuerpo el desplazarse del animal que parece hechizado con esa muleta que mueve a dos velocidades.
Con el capote es variado, ya sabemos que en esta vida todo lo que no es clásico es plagio, pero el sevillano mezcla lo clásico con lances en desuso y otros de cosecha propia. Llevó la torería a las gradas y solo la espada le impidió un triunfo contante en su primero. El segundo del mejor lote de la tarde, más apagados toro y torero, sirvió para decir que tiene esa virtud de crear torería con muy poco, de concitar todas las miradas en su muleta Y de desenvolverse con una parsimonia que embriaga. Otra faena especial, en esta ocasión bien rematada con la espada para cortar dos orejas del ley que le abrieron la puerta grande de Huelva
