Uno de los fenómenos más importantes de la actualidad en términos de entretenimientos y apuestas son, sin lugar a dudas, las tragamonedas online. Ahora bien, el camino para convertirse en este suceso cuenta con distintas paradas en términos legales. A continuación, un breve panorama de la situación en España.
A la hora de hablar casinos, apuestas, lotería y más en nuestro país, es importante comenzar desde el principio: las actividades vinculadas a los juegos de azar en España se dividen básicamente en las categorías de “públicos” y “privados”. En cuanto a los primeros, al igual que en la gran mayoría de los países, se trata de una actividad cuyo monopolio es del Estado, quien se encarga de administrar los premios de diferentes rubros a través de dos operadores: SELAE y ONCE.
En cambio, con respecto al juego privado, se trata de distintas empresas que cuentan con licencia oficial, regulados y controlados por organismos oficiales y que incluye otros tipos de juegos de azar diferentes, vinculados a los casinos y apuestas deportivas, ya sea en tierra o de manera online. Dentro de esta segunda categoría, podremos encontrar a las tragamonedas en línea.
Hoy en día, la hiperconectividad ha logrado que podamos acceder a una inmensa cantidad de información en cuestión de segundos. Además, los dispositivos móviles con los que nos manejamos a diario continúan evolucionando de manera constante, por lo que en un teléfono inteligente de última generación podemos encontrar muchas variables para divertirnos y los casinos online lo saben. Sin embargo, es importante tener en cuenta su aspecto legal.
Tal como hemos señalado con anterioridad, los operadores y las actividades de juego en España están regulados bajos normativas pertinentes que rigen la competencia, la publicidad y la batalla contra el lavado de dinero y el fraude, entre otros factores. Con respecto a las tragaperras online legales, es importante destacar además que sus software están auditados para evitar cualquier tipo de manipulación y asegurar un juego justo y transparente.
Así entonces, en cada región del país, rige un régimen distinto de licencias para la presencia de casinos, algo que se ha actualizado desde la llegada de las salas online. De esta manera, antes de empezar a operar, la marca debe comprobar de manera fehaciente que cumple con los requisitos de la licitación, las cuales en los casos de los casinos online es doble: licencia general y singular. En la primera se deben cumplir con todo lo relacionado a requisitos técnicos, además de viabilidad financiera, contar con buenos antecedentes, garantizar la seguridad y confiabilidad del software, además de evitar el fraude y el lavado de dinero, como ya mencionamos.
Este proceso cuenta con obligaciones financieras para la empresa solicitante, la cual debe abonar, entre otros pagos, € 38,000 para informes técnicos, la suma de 2.500 € por cada licencia registrada y hasta 10.000 € por cada licencia de juego que vaya a ofrecer. En cuanto a las obligaciones de carácter técnico: el sitio web en donde se aloje dicha tragaperras online debe estar bajo un dominio “.es”, así como un implementar un monitoreo interno que pueda registrar las transacciones financieras realizadas en territorio español.
Por último, en términos de tiempo, se deben esperar como máximo seis meses para saber si la licencia será otorgada o no a la firma solicitante. En caso de resultar positiva, las empresas se comprometen a presentar la certificación de los sistemas técnicos de juego en un plazo de cuatro meses para terminar con el proceso y contar con una habilitación permanente para operar.