La volantista onubense Carolina Marín ha vuelto a lo grande, después de siete meses de inactividad por una gravísima lesión en la rodilla, y esta pasada madrugada se ha adjudicado el Abierto de China, uno de los torneos más importantes del mundo, al vencer a la taiwanesa Tai Tzu Ying en tres sets.
Y no ha sido nada fácil el choque que, tal como ocurrió en semifinales, comenzó de manera muy favorable a la jugadora asiática, que impuso su juego rápido y de puntos cortos. El resultado del primer set fue contundente en contra de Marín, que lo perdía 14-21 ante la actual número 3 del ránking mundial.
Fue en el segundo set, con 8-11 en el marcador a favor de Tai Tzu Ying, cuando la jugadora onubense sacó todo su carácter y dio un giro completo al choque, que pasó a dominar de manera clara. Un parcial de 13-6 la llevaba a ganar el segundo set por un concluyente 21-17.
El inicio del tercer set marcó, con un 5-0 a favor de Marín, fue presagiaba un paseo plácido, pero no fue así y el equilibrio volvió al juego, aunque la taiwanesa no fue capaz de remontar la rémora del comienzo y al final se impuso la triple campeona del mundo por 21-18.
Si en el primer torneo que disputó Marín en tierras asiáticas tras su lesión cayó en la primera ronda ante una jugadora de mucho menor nivel, en el Abierto de China se ha podido la dimensión de esta supercampeona, que ha sabido sobreponerse con tesón a un lesión más que complicada y que está de vuelta ya a la élite mundial cuando todo el circuito de bádminton mira de reojo hacia las Olimpiadas de Tokio.