(Texto y fotos: José Luis Rúa) Desde hace varios años por estas fechas se celebraba en la plaza de la vecina Cacela Velha el encuentro de “Poetas na rua”. Era una tradición reunirse allí en torno a los nuevos trabajos de los creadores del Algarve junto a los Poetas del Guadiana. En este año no ha habido convocatoria poética, pero sí que hubo un nuevo encuentro que dejó sorprendidos a todos.
Todo se centró en el interior de la fortaleza militar que existe en la mágica aldea costera. Unas gestiones acertadas y una buena voluntad permitió que cerca de una cuarentena de escritores se cobijaran a al sombra de los magnificos ficus y en la zona privilegiada de observación de una costa que destaca por todo lo mágico y bello que uno pueda imaginarse. Magnifica logística a cargo de Antonio Cabrita, suprema paella alcoyana, extraordinario ambiente y finalmente sorprendente recital a cargo de los poetas de una y otra orilla del Guadiana.
Desde Huelva resonaron los versos de autores tan significativos como Ana Deacracia, Javier Sánchez, Augusto Thasio o Karmen de la Piedad. De Sevilla pudimos escuchar los poemas de Ramón Sarmiento. De más cerca, de la misma frontera, de Ayamonte, lo último de Clemen Esteban, Carmen Azaustre, Manolo Camacho, Raúl Vela o Ana Ontiveros. De distintos puntos del Algarve fue un deleite la poesía de Josefa de Lima, Aurea Nobre, Carmo Costa, Fernando Luis, Antonio Cabrita, Nadia Catarro, María E. Sequeira o Clara Lourenço.
Fue una jornada muy especial por el sitio tan especial, por una convivencia entre creadores que se recrean junto a un plato de paella, con un intercambio de versos o con unos instantes que ya forman parte de la propia esencia de Poetas del Guadiana. Al finalizar el encuentro todos supieron valorar lo que significa estar dentro de la fortaleza militar, de la belleza de su entorno, de las vistas tan extraordinarias y de la magia de un lugar que embruja a quien lo visita.
Este año se supo dar respuesta a la ausencia de ese encuentro ya clásico de los poetas en la calle. Hoy ha sido los poetas en la fortaleza. Son esas cosas que vale la pena vivir. Gracias.