Aunque muchos conocen lo increíble de Roma el origen de esta civilización no es tan conocido como muchos piensas. De hecho la gran parte de la información que se tiene sobre la misma se ha obtenido de los autores antiguos y los tipos de hallazgos arqueológicos.
Algo que destaca bastante de esta civilización son las monedas que las mismas tenían. Para empezar debemos saber que la moneda roma deriva de la griega y según las investigaciones, las mismas tuvieron su origen en el año 265 a.C.
Hay que tener en cuenta que al momento de que se comenzó a usar esta moneda en el Imperio Romano el concepto de comercializar de este modo era algo totalmente nuevo. Por lo que el impacto que tuvo en su sociedad fue relativamente grande.
Al igual que sucede con otros elemento del imperio Romano esto se comenzó a entender como fundamentos del imperio. Algo que como mencionamos antes estuvo inspirado, en lo hecho por los griegos, de hecho, si notamos ambas monedas nos podremos dar cuenta de las similitudes que hay en el diseño.
Debemos mencionar que antes de que hubiera una moneda romana se comercializada usando lingotes irregulares generalmente de bronce. A los mismos se les conocía como Aes rude o infectum. Pero con el tiempo surgió otra especie de moneda conocida como Aes Signatum.
Fue el propio Augusto quien trajo la reforma monetaria, introduciendo por primera vez las monedas de oro y plata en Roma, conocidas como los áureos y los denarios de plata, habiendo el mismo establecido una serie de monedas con un valor consecutivamente inferior de cobre o aleaciones de zinc, conocidos como sestercios, dupondios, ases, semis y cuadrantes.
En términos generales este sistema se mantuvo estable, hasta llegar el siglo IV d.C. Como tal la moneda del imperio romano se la debemos a Julio Cesar. Debido que antes de él tanto las monedas de Roma, como en otras sociedades estaban ilustradas con imágenes de deidades y en algunos casos ancestros.
Sin embargo, con Julio Cesar esto cambió, siendo el primer gobernante en adornar una moneda con su propio busto, siendo incluso la primera persona viva en aparecer en una moneda. Dejando esto un poco de lado las monedas romanas, resultan sumamente interesantes y a la vez importantes, sobre todo para los tasadores de monedas.
En particular las monedas romanas, estuvieron dividida en tres dominios, estando cada uno de ellos marcados por las monedas que existieron, siendo completamente diferentes. Para empezar tenemos las monedas romanas de la república una etapa de que comprende de 211 y 27 antes de cristo.
Durante esta época existieron una gran cantidad de monedas, siendo una de las más destacadas el Denario. Se trata de la moneda de la Antigua Roma más importante, ya que se convirtió en la moneda oficial de sistema monetario romano.
Luego tenemos el sestercio, que en un principio era fabricado de planta, pero luego pasó a ser de bronce. El dupondio y el As fueron dos monedas romanas, estando la primera marcada con una corona, mientras que la segunda estaba hechas de bronces.
El semis, el trien, Quadrans y Quincunx son otras monedas romanas, la primera de ellas se vio afectada por la reforma monetaria en el mandato de César Augusto. Mientras que las otras se caracterizaban por tener un valor muy bajo.
Pero dejando de lado las monedas de la República, tenemos las monedas que estuvieron presenten en el gobierno de Augusto. Para empezar tenemos los áureo que fue la primera moneda en circular durante el mandato del primer emperador romano.
Luego tenemos el argento que era una moneda de plata y el quinarios, las cuales eran las versiones de los áureo y argénteo. El sólido bizantino es otra de las monedas romanas la cual sustituyó al áureo y era fabricada en oro.
Cada una de estas monedas tuvieron un impacto en la sociedad Romana e incluso en la actualidad las monedas romanas, siguen dando mucho de qué hablar. Esto se debe mayormente a lo fascinante de las mismas, tanto así que en la actualidad son muchas las personas que coleccionan estas monedas.
Hay que mencionar que incluso hay subastas donde se venden este tipo de monedas Romanas, y muchas de ellas llegan a precios exorbitantes.