Aguas de Huelva da su particular visión sobre el gran problema del vertido doméstico con un innovador corto audiovisual que pretende remover conciencias y hacer partícipe a la ciudadanía en la protección de los sistemas de saneamiento de sus hogares, la ciudad y, en definitiva, del medioambiente. Además, durante el mes de noviembre la empresa ha firmado la declaración de adhesión a la campaña de sensibilización impulsada por la Asociación Española de Abastecimientos de Agua y Saneamiento (AEAS) “No alimentes al monstruo de las cloacas” que pretende evitar los problemas medioambientales y económicos provocados por obstrucciones y daños en hogares, redes de alcantarillado, equipos de bombeo y estaciones depuradoras.
UN USO CORRECTO DE LOS DESAGÜES EN NUESTROS HOGARES, ES FUNDAMENTAL PARA EVITAR LOS ATASCOS
Arrojar elementos no biodegradables y que puedan obstruir las tuberías, puede provocar enormes atascos. Principalmente los atascos se producen en los propios edificios de vecinos. Cada día se pueden registran hasta más de 15 intervenciones en diferentes puntos de la ciudad y el coste medio de cada una de estas intervenciones puede oscilar aproximadamente de unos 100 euros, según empresas especializadas en dichos atascos que se solicitan por parte de las comunidades de vecinos, ya que estas tuberías son propiedad privada de dichas comunidades. Esto supone cerca de 400 intervenciones al mes y 5.000 intervenciones al año. El cálculo del coste total que las comunidades de vecinos podrían tener que desembolsar es de 500.000 euros/año. Este gasto se podría evitar si se hiciese un buen uso de los conductos de desagüe habituales de nuestros hogares.
También se producen atascos en la red de alcantarillado general. A menudo las estaciones de bombeo quedan bloqueadas y atoradas, sobre todo por una inmensa acumulación de toallitas húmedas. También por bastoncillos de los oídos y otros elementos no biodegradables arrojados en nuestros hogares. Dos equipos técnicos de Aguas de Huelva trabajan a diario resolviendo este tipo de situaciones.
CÓMO EVITAR LOS ATASCOS EN NUESTROS HOGARES Y EN LA RED DE ALCANTARILLADO
Para evitar estos atascos sólo debemos seguir estas sencillas recomendaciones: no arrojar nunca elementos no biodegradables a los conductos de desagüe habitual del hogar (W.C., lavabos, fregaderos, etc.), utilizar papeleras en el baño para tirar las toallitas húmedas y otros elementos de higiene personal y no arrojar nunca aceite usado por los desagües (utiliza los contenedores de Madre Coraje). El aceite se une a la sosa cáustica que contienen los jabones utilizados para la colada, produciendo una reacción que termina creando tapones en las tuberías. Con el paso del tiempo estos tapones se endurecen haciendo imposible el paso del agua con el consecuente atasco.
EL “MONSTRUO DE LAS CLOACAS” VIVE BAJO TUS PIES
El corto audiovisual y el spot de Aguas de Huelva pretenden concienciar a la ciudadanía para que entre todos consigamos no hacer del inodoro una papelera. Aguacalypsis presenta un futuro distópico en el que los monstruos de toallitas invaden la ciudad de Huelva.
Un mal uso del vertido al alcantarillado genera colapsos continuos en la red, sobre todo en las estaciones de bombeo que impulsan el agua residual hacia la EDAR, donde se encuentran muy a menudo verdaderas moles de marañas en las bombas. Estos seres creados en los tubos de alcantarillado han llegado a medir más de 6 metros de longitud, con más de 50 cm de diámetro y 400 Kilos de peso.
Es nuestra responsabilidad hacer un buen uso del sistema de desagüe de nuestra vivienda, contribuyendo así a evitar los atascos en las comunidades de vecinos y en la red de alcantarillado de la ciudad.
GIAHSA
Por su parte, la empresa pública Giahsa se suma también a la celebración del Día Mundial del Retrete desde el que se pone en marcha la campaña ‘No alimentes al monstruo de las cloacas’, con la que el sector de los servicios del agua urbana pretende sensibilizar a la población sobre los efectos altamente nocivos que provocan los productos no aptos para ser desechados a través del inodoro, en especial y en los últimos años las toallitas húmedas. Estas toallitas tienden a retenerse en las paredes de las redes de alcantarillado y colectores, lo que provoca madejas de distinto tamaño en función de los diámetros de las tuberías de saneamiento. El agua termina provocando el arrastre de esas madejas, que deriva en atascos que colapsan las cabeceras de las plantas depuradoras, con los sobrecostes económicos y medioambientales que conlleva y, además, el elevado riesgo de inundaciones ensituaciones de lluvia intensa.
El director ejecutivo de Giahsa, Manuel Domínguez Limón, ha manifestado que “la preocupación de nuestros técnicos y operarios es grande, porque la problemática crece en los últimos tiempos y las soluciones no son fáciles, tanto en el aspecto humano como en el técnico y el económico. Por eso nos sumamos a esta campaña de concienciación, ya que es preciso que el usuario compruebe con datos e imágenes impactantes los tremendos perjuicios que ocasiona utilizar los inodoros como si fueran un cubo de basura convencional”. Domínguez ha querido ser claro en ese aspecto, y recordar que “las toallitas y otros productos de higiene personal tienen que ir a la papelera, jamás al retrete; los atascos que se provocan en los sistemas de depuración terminan afectando directamente a los usuarios”.
Problemática diversa
Además de los efectos medioambientales directos que provocan las toallitas, que pueden incluso aparecer arrastradas por las aguas residuales en ríos y mares, la problemática afecta también a los hogares y comunidades de vecinos, que han de hacer frente a atascos y riesgos de inundaciones con graves daños a propiedades y enseres. El impacto económico en nuestro país se estima entre 4 y 6 euros por persona al año y el encarecimiento de casi un 15% de las actividades de mantenimiento, tratamiento y depuración de las aguas residuales, lo que supone un sobrecoste de unos 230 millones de euros al año. En el ámbito de Giahsa, tomando como ejemplo el sistema de saneamiento de Punta Umbría, que presta servicio a más de 36.000 habitantes, la media de atascos por año en las estaciones de bombeo se aproximan a los 200, con un coste anual cercano a los 86.000 euros.
Con la adhesión al Día Mundial del Retrete, Giahsa quiere poner todo el énfasis para impulsar y difundir desde sus propios medios a los ayuntamientos a los que presta los servicios del ciclo integral del agua cuantas medidas sean precisas para concienciar e involucrar a la población sobre un problema realmente grave que precisa de actuaciones inmediatas. Baste recordar que hoy por hoy el 90% de los atascos en las instalaciones de saneamiento son consecuencia de la acumulación de toallitas.