(Firma: Rafael Sánchez Velo) Hace varias semanas nos encontramos con una sentencia del Tribunal Constitucional que permite el despido objetivo de un trabajador tras una baja por enfermedad. Esta noticia pasaría desapercibida si no fuera porque, con esta sentencia, se da carta blanca a todas las empresas para hacer lo mismo, sin consecuencias para las mismas, haciendo incompatible el derecho al trabajo con el derecho a la salud. Dicho de otro modo, si enfermamos tenemos dos opciones: vamos a trabajar enfermos, con el riesgo de empeorar y de contagiar a nuestros compañeros y compañeras, o nos quedamos en casa y nos despiden.
Pero la consecuencia más grave de esta decisión es la inseguridad en la que nos deja, porque nos genera miedo y constituye un acto de intimidación contra la clase trabajadora, que se suma a otras muchas formas de exprimirnos y dejarnos en la cuneta cuando no nos pueden sacar más trabajo con el que enriquecerse.
Así, si nos ceñimos a las definiciones de nuestro amplio vocabulario, esa sentencia podría considerarse un acto de terrorismo de la patronal, el empresariado, la oligarquía, o como queramos llamarlos, pero que tiene su origen en la Reforma Laboral de 2012, aprobada por el gobierno del PP en 2012, cuyos efectos catastróficos se sumaron a la reforma del PSOE de 2010.
Visto lo anterior, ya sabemos que cada vez que nos pongamos enfermos, tendremos que ceder a la intimidación de la empresa e ir a trabajar o nos vamos directos al INEM. Por tanto, nuestra salud y nuestro trabajo no serán derechos compatibles, sino que éstos dependerán de “lo buena o mala gente” que sea nuestro jefe.
Sin embargo esto no tiene por qué ser así, cuando nos organizamos y nos movemos, apoyándonos en lo que nos hace fuertes, que somos más y que sin nuestro trabajo no se enriquecen, los trabajadores y trabajadoras podemos derrotar a los terroristas; ya lo hemos hecho en otras ocasiones, aunque ahora mismo tengamos la memoria un poco atrofiada. Por eso, el próximo 27 de Noviembre de 2019, es importante acudir a las concentraciones contra esta sentencia, convocadas por nuestras organizaciones de clase, los sindicatos, porque si somos muchos y muchas, los que empezarán a tener miedo serán ellos, los terroristas de la patronal.
(Rafael Sánchez Velo es secretario provincial del PCE)