El pasado 25 de noviembre Ecologistas en Acción presentaba ante los medios de comunicación el informe realizado por técnico especialista Steven Emerman, que acredita la alta probabilidad de rotura de las balsas de Atalaya Riotinto Minera, por fenómenos de erosión interna en los muros de las balsas y riesgo de licuefacción. Ya entonces se alertaba que ese riesgo se incrementaría en periodos de lluvias, debido a la imposibilidad de impedir que las lluvias caigan directamente en las 530 hectáreas que ocupan el complejo de las balsas en cascada, Gossan, Cobre y Aguzadera, que actualmente almacenan más de 350 millones de toneladas de lodos tóxicos.
Ecologistas en Acción asegura que «tras las lluvias torrenciales caídas en la pasada noche y durante el día de hoy en la Cuenca Minera de Huelva, Ecologistas en Acción muestra su preocupación por las inundaciones provocadas por el arroyo El Romeral en el casco urbano de Nerva. La zona de escorrentía fue arrasada en el verano de 2018 por un gran incendio y por ello es ahora incapaz de retener las aguas que bajan incontroladas hacía Nerva.
Pero sin duda la gran preocupación debe centrarse también en la situación de riesgo de desbordamiento, erosión interna y rotura por licuefacción de las balsas de Atalaya Riotinto Minera.
Además, se añade por la organización ecologista, «parte de las lluvias torrenciales de Elsa son derivadas por el canal perimetral que se sitúa al norte de la balsa de Aguzadera, para impedir que entren en las balsas. Pero resulta imposible impedir que las lluvias incrementen la carga de aguas sobredrenantes en las balsas, provocada por la negligente, y posiblemente delictiva, actitud de Atalaya Riotinto Minera y de la Junta de Andalucía de permitir que la mina siga funcionando sin autorización ambiental y sin autorización minera, anuladas por sendas sentencias firmes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA)».
Igualmente, «los lodos de la operación minera se viertan sin espesar a las balsas, a pesar de que la obligación de espesamiento fue una de las condiciones ineludibles que la Junta de Andalucía impuso a la empresa minera para autorizar la reapertura del Proyecto Riotinto en 2015. Según el informe técnico del profesor Emerman, la falta de espesamiento de los lodos es sin ninguna duda un factor importante de incremento de riesgo de rotura de las balsas, porque incrementa los fenómenos de erosión interna de los muros, y la probabilidad de licuefacción, una de las causas de la rotura de la presa de Brumadinho en Brasil el pasado mes de enero de 2019».
«Ya se detectaron, tras las suaves lluvias de finales de noviembre incrementos preocupantes de la erosión interna de los muros y vertidos incontrolados al arroyo Rejoncillo procedentes de escorrentías de la balsa de Cobre, que finalmente llegan al río Odiel. En esa zona se acumulan además centenares de neumáticos abandonados de manera irresponsable por la empresa minera, visibles incluso en Google Earth», insiste Ecologistas en Acción.
Por último, Ecologistas en Acción indica que «la tormenta Elsa está provocando escorrentías procedentes del vertedero de residuos tóxicos y peligrosos de Nerva que llegan sin control suficiente a la cuenca del Tinto, con un grave riesgo de contaminación».