Además de la funcionalidad del baño, desde hace unos pocos años se han considerado un refugio, un lugar para liberar las tensiones acumuladas durante el día. En este momento se ven lejanos los tiempos en que los diseños de los baños eran simples, y en cambio, ahora predominan las tendencias que lo vuelven un sitio acogedor, que provoca estar en él.

Gran parte de las decoraciones para cuartos de baño se centran en un eje, considerado como un foco que llama la atención por encima de las demás cosas en dicha estancia, mientras que el resto del entorno está pensado para que resalte la relevancia de dicho objeto en particular, siendo las duchas el punto más importante.

El motivo es que es el lugar en el que el usuario se relaja, disfruta plenamente de un momento íntimo y acogedor que lo aísla del mundo exterior. Entonces, en lugar de limitar la función de la ducha sólo para el aseo, ahora se vuelve un pequeño espacio destinado al cuidado personal y mental.

Dicho esto, el objetivo estará respaldado por duchas que tengan funciones relajantes que puedan satisfacer en gran medida la necesidad de un espacio de confort. A la vez, todo el ambiente se piensa para que la ducha en el baño sea un momento placentero, tanto de higiene física como mental.

La funcionalidad

Si bien es cierto que cualquier ducha puede hacer la función principal que es la de proveer un flujo continuo de agua, ahora las duchas termostáticas son la opción predilecta de los que están creando nuevos baños o remodelando los anteriores. Hay una razón de peso para ello, y es que tienen varias ventajas, gracias a sus novedades.

Suponen una innovación para el cuarto de baño, con la que se ahorra más agua que antes y ofrecen comodidades superiores a las duchas convencionales. Por esto funcionan de una manera un tanto distinta: tienen un mando para regular la temperatura y otra para el flujo de agua. Esto permite que se mantenga una temperatura constante mientras el usuario ajusta el caudal a su gusto.

Son duchas muy cómodas de utilizar, con las que es sencillo disfrutar del flujo del agua sin tener que preocuparse por cambiar la temperatura sin querer. También algunas de estas duchas vienen con funciones adicionales para masajes con agua.

El color que domina

La estética del baño es algo en lo que se ha centrado la tendencia de los últimos años porque es una manera de crear un ambiente diferente al clásico. Eso ha implicado cambios drásticos en el uso de los materiales, elementos dentro de la estancia, pero sobre todo, en los colores que se usan.

Los grifos negros son los que están de moda porque combinan muy bien con prácticamente cualquier tendencia actual. La razón puede ser porque acompaña bien a los colores del resto de la estancia o que termine por destacar. En ambos casos, la grifería es un factor que se toma muy en cuenta para la decoración.

La decoración moderna y minimalista es lo que está en mayor auge, en parte, porque es bastante económica y fácil de implementar; y también, porque es efectiva en casi cualquier casa. El color negro encaja perfectamente en este estilo porque no destaca, sino que contribuye con la sencillez que busca lo moderno.

Por otro lado, están los estilos que buscan mezclarse y contrastar. En estos casos, el grifo empotrado negro es la elección predilecta por los diseñadores. Es un grifo que ocupa apenas espacio porque entra en la pared, y su presencia no es tan imponente así. El negro es fuerte pero limpio y destaca generalmente entre los colores más orgánicos, como el marrón de la madera y lo transparente de los cristales.

También está la tendencia en hacer un baño completamente de blanco, en el que únicamente la grifería sea negra. El punto idóneo está en crear un ambiente fresco y limpio, pero el mismo quedaría demasiado vacío sin la presencia fuerte de los elementos negros. Así, la ducha negra termina por ser el elemento que permita destacar al resto del entorno, al mismo tiempo que se diferencia muy claramente.