El Salón de Actos de la Facultad de Derecho de la Universidad de Huelva registró un lleno absoluto con motivo de la charla protagonizada por uno de los influencers más conocidos y que cada día cuenta con un mayor número de seguidores en las redes sociales con su defensa de la buena alimentación, o como él lo ha acuñado, el #realfooding, concepto y movimiento que él mismo creó y que se ha convertido en un fenómeno viral.
Buena muestra de esta viralidad fue la enorme expectación y asistencia masiva en el Salón de Actos de Derecho, que se quedó pequeño para los cientos de jóvenes que no quisieron perderse esta cita con el joven nutricionista onubense Carlos Ríos, autor del exitoso libro Come comida real. Una guía para transformar tu alimentación y tu salud, número 1 en ventas en 2019 entre las obras de no ficción en papel en Amazon.es, y protagonista del ciclo ‘Presencias Culturales’ que organiza el Área de Cultura de la Onubense.
El acto contó con la asistencia de la rectora de la Universidad de Huelva, María Antonia Peña, y el invitado fue presentado por la vicerrectora de Extensión Universitaria y Relaciones Institucionales, Joaquina Castillo. A modo de entrevista-charla, el invitado expuso sus argumentos a las preguntas de la directora de la Unidad de Salud de la Onubense, Begoña García Navarro, y de los asistentes. Antes de dar comienzo, el auditorio guardó un respetuoso minuto de silencio por las víctimas mortales del fatal incendio ocurrido en el barrio de la Hispanidad.
Carlos Ríos, graduado en Nutrición y Dietética por la Universidad Pablo de Olavide (Sevilla), explicó, en una charla muy dinámica y participativa, que el real fooding no es sino un “llamamiento a la conciencia de qué es lo que estamos comiendo habitualmente”, y una firme defensa de la “cocina de nuestras abuelas, la comida sana, simple y variada”. Precisamente, Ríos reivindicó la figura de las abuelas y su “sabiduría” culinaria y gastronómica. En el otro extremo, se encuentran los alimentos ultraprocesados, deficientes desde el punto de vista alimenticio y nutritivo, que deberían estar vetados en nuestra dieta. Ultraprocesados que “nos asaltan desde la publicidad y el marketing”, y que “colman las estanterías de los supermercados en forma de bebidas azucaradas, comidas precocinadas, bollería o galletas digestive”.
Su filosofía parte de una clara base: “Es la hora de la comida real y de abandonar Matrix”. Con esta analogía en referencia a la popular película de ciencia-ficción, Ríos defiende un modelo de consumo alimentario basado en la comida real, o real food, dejando a un lado los alimentos ultraprocesados, “aquellos en cuya etiqueta aparecen más de cinco ingredientes, tales como azúcares, edulcorantes, o harinas y aceites vegetales refinados”, y cuyo consumo conlleva “múltiples riesgos y perjuicios para la salud”.
De esto modo, como advierte el nutricionista e influencer onubense, el consumo habitual de alimentos ultraprocesados supone un importante factor de riesgo a la hora de desarrollar enfermedades crónicas no transmisibles como el sobrepeso, la obesidad, enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, cánceres como el colorrectal, e incluso enfermedades neurodegenerativas y autoinmunes.
“La población está en Matrix, guiada para comprar los productos ultraprocesados de las grandes empresas”, lamenta Carlos Ríos, quien no obstante defiende que sumarse al movimiento #realfooding es posible, como así lo han demostrado miles y miles de personas que siguen al nutricionista en redes sociales, especialmente a través de su cuenta de Instagram.
El dietista-nutricionista explicó que desde hace unas décadas, sobre todo a partir de los 70, “hemos tenido una alimentación influida por la publicidad y el marketing en torno a los alimentos ultraprocesados, productos que salieron para ahorrar tiempo, diseñados para ser muy sabrosos y apetitosos”. Y lo que es peor, la población infantil y juvenil es la más vulnerable a esta exposición constante y a estos patrones de consumo que pretenden imponer las grandes empresas de la industria de la alimentación.
Aunque, por fortuna, como ha reconocido el propio nutricionista, se está produciendo un “cambio de tendencia en la alimentación en España, una mayor conciencia hacia un modelo más sano”, y que supone, a su juicio, el germen de una “transición que vamos a vivir en los próximos años, ya que la población cada vez dispone de más información y está más concienciada, lo que influye para bien en sus decisiones de compra”.