En los últimos años se ha producido un gran incremento en el consumo del CBD (cannabidiol), que es un producto absolutamente legal que se vende en todo el mundo y que puede encontrarse en tiendas o dispensarios de cannabis sin THC (tetrahidrocannabinol) y también a través de internet en tiendas en línea como https://www.sativida.es/. Lo que venden es cannabidiol, un producto que se extrae del cáñamo de las plantas de marihuana y que se ha demostrado como el cannabinoide más fundamental que se encuentra en la planta de cannabis.
El consumo de CBD y la proliferación de empresas que lo comercializan en Europa ha sido espectacular en los últimos años, de manera que en 2019 el mercado de este producto ha alcanzado los 376 millones, una cifra que está lejos aún de la previsión que se hace para 2023, año en el que se espera un mercado que alcance los 1.500 millones de euros, con un crecimiento del 400%.
Es muy importante tener en cuenta la diferencia que hay entre el THC y el CBD. El primer componente tiene un efecto psicoactivo en el cerebro que el segundo no lo tiene. La Organización de las Naciones Unidas sobre estupefacientes incluye desde 1971 al THC como sustancia psicotrópica pero no al CBD. La Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios establece, por su parte, que las plantas de cannabis con concentraciones por debajo del 0,2% de THC no se consideran estupefacientes.
El CBD ayuda a mantener diferentes procesos psicológicos al interactuar con los receptores del sistema nervioso y del sistema inmunitario. Distintos estudios hablan de los efectos beneficiosos que puede tener el consumo de CBD, aunque los más demostrados son tres: antiinflamatorios, anticonvulsionantes y ansiolíticos.
Hay estudios que relacionan el consumo de CBD con alivio y mejora de enfermedades como el ADHD, las adicciones, las alergias, la enfermedad de Alzheimer, la ansiedad, la artritis, el asma, el autismo, el cáncer, las enfermedades cardiovasculares, la enfermedad de Crohn, la demencia, la depresión, la diabetes, la obesidad. enfermedad hepática, menopausia, cambios de humor, esclerosis múltiple, náuseas, dolor e inflamación, enfermedad de Parkinson, depresión y ansiedad en animales, síndrome premenstrual, psoriasis, convulsiones, problemas sexuales, afecciones de la piel, insomnio, abstinencia de fumar, traumas deportivos, estrés, recuperación de un accidente cerebrovascular o las quemaduras solares.
El cáñamo se considera seguro, por lo que no debería haber efectos secundarios relevantes, pero no se pueden descartar al cien por cien, ya que todo dependerá de cómo cada persona tolera y se adapta a estos suplementos dietéticos. Es por ello, que las empresas vendedoras serias recomiendan consultar con su médico antes de usar cualquier suplemento dietético, incluyendo el CBD.
Aunque el CBD se puede consumir de distintas maneras, la más recomendada es en aceite, bien sea crudo, descarboxilado o filtrado. Hay casos de usuarios de aceite de CBD que no han podido sentir los beneficios del aceite, y esto ha sido porque han elegido productores que emplean técnicas para la extracción de baja calidad, lo que reduce su eficacia. Es por eso que se recomienda siempre elegir una empresa de renombre.
USO EN ANIMALES
Un uso que también se está extendiendo es el de aceite de CBD para mascotas. Contiene extracto de cáñamo rico en fitocianabinoides y está desarrollado especialmente para mascotas. La base de aceite de oliva de este aceite CBD también proporciona un sabor mucho más agradable al sabor de las mascotas, aportando antioxidantes y vitaminas de la planta de cáñamo.
El aceite puede ser de uso tópico, por ejemplo, en heridas en la piel. Este aceite de CBD está libre de pesticidas, metales pesados, herbicidas y microorganismos patógenos. Ha sido probado en laboratorios independientes y producido sin abuso animal. No produce efectos psicotrópicos, ni dependencia y no se han encontrado efectos adversos en las mascotas.
El aceite de CBD se produce con plantas de cáñamo orgánico con certificación Bio por la Unión Europea, libre de pesticidas y herbicidas. El contenido de Tetrahidrocannabinol (THC) en este aceite está por debajo de 0.2%, por lo que se encuentra dentro del límite legal establecido en el territorio español y dentro de otros países europeos.