Brillante y complicado, especialmente el segundo set, ha sido el triunfo que la volantista onubense Carolina Marín ha logrado en el choque ante la china He Bing Bao en las semifinales del Masters de Indonesia, justo el torneo donde se lesionó de gravedad el pasado año y donde volvía con el fantasma de aquella lesión para demostrar su fortaleza mental y física.
Ya está en la final, en la que se medirá a la tailandesa Intamon, una complicada rival a la que Marín ya ha derrotado en varias ocasiones y en la que contará con el apoyo del público indonesio, rendido a la onubense desde que la vio reaparecer en la primera ronda de un torneo del que salió llorando desconsolada en la final de 2019.
El choque ante Bao ha sido más fácil de lo previsto en el primer set, que se apuntaba Marín por un contundente 21-11. La segunda manga ha sido más ajustada y se ha decidido en los puntos finales, en los que la onubense ha vuelto a demostrar por qué ha sido campeona olímpica, mundial y europea. Ya están en el top ten y a partir de ahora tan solo sumará puntos en su haber, con lo que tiene al alcance ser cabecera de serie en las Olimpiadas de Tokio.