(Firma: Paco Morán) El pensamiento está libre de impuestos, por lo que es gratis pensar y opinar. Y faltaría más que un alto impuesto nos evitara opinar sobre las cosas, las personas y su estado.

Una opinión es subjetiva y por lo tanto es compartible o no.

Y puestos a compartir, podemos hacerlo en el sentido de que los aficionados del Recre se han obsesionado con Alberto, al que ya no quieren ver ni en pintura. Craso error el que piense que todos los problemas del Recre se solucionan trayendo mañana a otro entrenador.

Ojalá el problema del Recre fuera Alberto.

Hay más de un nombre propio que, de seguir en la sede del club, acabará ahogando al Recre en su deuda encadenando los fracasos deportivos.

La solución del Decano está en manos del alcalde de Huelva, si bien, tome la decisión que tome, no será fácil mientras no diga a los 145.000 habitantes de Huelva cuál es el estado burocrático y judicial del Decano.

Cuando los aficionados dicen que les está engañando, no me queda más remedio que darles la razón. Quieren saber la situación de su club, al que han mantenido y mantienen con su dinero. Sin embargo, se les oculta la verdad.

En el estado superficial ya les adelanto que la deuda aumenta por día, que la plantilla ha costado un fortuna y no funciona, que el entrenador ha sido firmado por dos años sin medir las consecuencias que esto trae, que la cantera está de pena con todos los equipos en peligro de descenso, que al juvenil de División de Honor volvieron a meterle siete goles y es carne de descenso, que los jugadores del filial no están a gusto, que el Estadio Colombino se cae a trozos, que la transparencia en la entidad brilla por su ausencia, que la Junta de Accionistas sigue sin celebrarse, que las cuentas no son presentadas en el registro… en definitiva, puedo seguir y no acabar para con estos datos. Decirle a Gaby que o cambia a la cúpula o el fracaso nos espera a las puertas de la esquina.

Pero también hay quienes puedan pensar que la cúpula no son los consejeros, sino Gabriel Cruz y Pepe Fernández y que, en realidad, son quienes mueven los hilos y los consejeros simplemente se limitan a cumplir órdenes.

Yo me pierdo en saber quién es la masa encefálica de un club que está agrietado por donde lo mires.

Si queremos solucionar las cosas no queda otro camino que exigir y exigir a los que manejan el dinero de los 145.000 onubense que sin rechistar se dejaron meter la mano en el bolsillo para dejar ese dinero en manos de gente incapaz.

¿Piensa el alcalde dar otro mangazo y poner nuestro dinero en manos de los mismos dirigentes?

¿Piensa el peñismo seguir en silencio?