El presidente de la Diputación Provincial de Huelva, Ignacio Caraballo, ha mostrado su disposición a colaborar desde la institución provincial para ayudar en la problemática de los asentamientos chabolistas de inmigrantes y la situación en la que estos malviven en distintos municipios freseros, aunque ha dejado claro que es la Junta de Andalucía la administración competente en este tema, por lo que le ha pedido a la administración andaluza que «se tome en serio» la problemática de los asentamientos.
Caraballo ha hecho estas declaraciones este martes tras la visita del relator especial de la ONU para la extrema pobreza y los derechos humanos, Philip Alston, a los asentamientos de inmigrantes en Lepe, aunque es fácil encontrar asentamientos, en especial ahora en plena campaña fresera, en otras muchas localidades donde se producen frutos rojos.
El máximo responsable de la Diputación ha calificado de toque de atención el balance que Alston ha realizado tras su visita a Lepe, por lo que no ha dudado en decir que hay que tomar nota de este serio aviso y tomar medidas.
Caraballo considera que es la Junta de Andalucía la que «tendría que tomarse esto en serio e hiciera un esfuerzo» puesto que «no podemos dar la imagen que estamos dando». En este punto, ha remarcado que «si la administración regional necesita ayuda de cara a un plan estratégico donde participen el resto de administraciones por mi parte no hay problema». Lo que no entiende Caraballo es que se trate de un asunto en el que deba intervenir la Unión Europea, tal como ha dicho la delegada del Gobierno andaluz en Huelva, Bella Verano. «Lo tenemos que solucionar sí o sí y nos podemos a disposición de la Junta» para abordarlo, pero dejando claro que es la administración andaluza la que tiene las competencias en esta materia.
Además, ha incidido en que la situación de los asentamientos influye en la imagen que se pueda tener fuera de Huelva, lo que podría acabar repercutiendo en la economía provincial, sin olvidar que «estamos ante un problema humano de primera magnitud y la gente no puede estar como está».
