Con la crisis del coronavirus en pleno auge, los clubes de fútbol viven en vilo qué va a ocurrir en esta temporada que está herida y no se sabe si de muerte y aunque a día de hoy no es ni mucho menos lo prioritario, muchas son las incógnitas que se plantean con la actual competición. Dependiendo de la fecha de reanudación de la liga (si se produce) y si los partidos serán a puerta cerrada, los que quedan hasta el final de la temporada, la Federación Española de Fútbol baraja distintos calendarios y escenarios, que los más optimistas se sitúan si la liga vuelve para mediados de abril y los más pesimistas si lo hacen para mediados o finales de mayo.
Pero el principal problema que se van a encontrar los clubes es que los futbolistas tienen contrato en vigor hasta el 30 de junio y que ya algunos jugadores, según la legislación, han podido negociar sus contratos para la próxima temporada con otros clubes, por lo que se podía dar el caso de que si se sigue jugando en julio, el futbolista tendría un conflicto de intereses entre el club al que ha defendido esta temporada y con el que ya ha apalabrado su contrato para la próxima.
En el caso del Recreativo de Huelva, sólo siete futbolistas de la actual plantilla tienen contrato para a próxima campaña (Morcillo, Alberto Quiles, Chuli, Alberto Martín, Diego Jiménez, Miguel Cera y Gerard Vergé), siendo a día de hoy libres el resto, tanto los cedidos (Kleandro, Gustavo Quezada, Cristian Martínez, Isi Ros e Irizo), como los que cumplen contrato a 30 de junio. Una situación rocambolesca a la que le tendrá que dar solución la Federación Española de Fútbol porque cada vez hay menos fechas para jugar (en el caso de que se reanude la competición esta temporada).