La Hermandad de la Sagrada Cena de Huelva ha celebrado este Domingo de Ramos una santa misa en la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús (El Polvorín), que ha sido retransmitida por el Facebook de dicha hermandad, y que ha sido oficiada por Feliciano Fernández Sousa.
Ha sido la manera con la que Sagrada Cena ha querido recordar a sus hermanos que, a pesar de no haber salida procesional por el estado de alarma decretado por la crisis del coronavirus, estamos en el Domingo de Ramos y en plena celebración de una Semana Santa muy especial.
La junta de gobierno de esta hermandad ha enviado a sus hermanos un mensaje lleno de esperanza, que reproducimos en su integridad:
MENSAJE DE LA JUNTA DE GOBIERNO
Es la frase que más se repite estos días, “este año todo va a ser diferente”… Y es verdad, este año viviremos una Semana Santa distinta a la que hemos vivido desde niños.
Aunque no nos veamos en unas horas en la Iglesia, desde esta Junta de Gobierno os invitamos a vivir este Domingo de Ramos intensa y espiritualmente, porque aunque hoy no hayáis hecho lo habitual, lo tradicional de estos años atrás, hoy sigue siendo Domingo de Ramos, y hoy el Santísimo Cristo del Amor y su Madre, María Santísima del Rosario, harán su propia procesión en nuestros corazones, porque es en él donde guardamos cada momento vivido a lo largo de nuestra vida realizando Estación de Penitencia con esta Bendita Hermandad, y todos esos recuerdos los habéis plasmado en imágenes que nos llevarán a revivir en cada uno de nosotros, nuestro propio Domingo de Ramos.
Como decíamos, este año todo va a ser diferente.
No miraremos al cielo al levantarnos para ver si ha amanecido un buen día, los rayos del Sol ya irradian en la hermosa cara de María Santísima del Rosario en nuestro corazón. Tampoco oiremos el chirriar de la puerta de nuestro Polvorín avisando a todo aquel que espera la bendición del Santísimo Cristo del Amor en la rampa que, desde el silencio de la Iglesia, se oirá el martillo de su paso. Él ya bendice todos nuestros días. Hermanos, recordemos cada instante de este esplendoroso día, cerremos los ojos y revivamos nuestro ansiado Domingo de Ramos como cada año, al lado de Ellos, pues Ellos son nuestra Luz, faro y guía de nuestras vidas.
Y volvemos a cerrar los ojos, y es cuando disfrutamos del caminar del Señor del Amor repartiendo Eucaristía por la ciudad, impregnando de Amor los corazones de todas las personas que caminan a su lado. Lo ven marchar pero, miran hacia atrás, y en la lejanía, un sonido, cada vez con más claridad, que parece una melodía. Ahí viene Ella, su Madre, la Reina del Rosario y de nuestras vidas, haciendo sonar cada uno de sus rosarios en sus doce varales. Se acerca y, de nuevo, quedan rendidos ante la dulzura y la belleza que la Niña del Polvorín tiene en su hermoso rostro.
Y así, con los ojos cerrados, soñemos, Hermanos, sigamos soñando, que muy pronto viviremos nuestro ansiado DOMINGO DE RAMOS…
