La situación de estado de alarma por el COVID-19 no paraliza la actividad de la Fundación Don Bosco, que ha adaptado todos sus proyectos a esta nueva situación. “Hemos rediseñado para seguir llegando a las personas. Por ello, nuestros Itinerarios Personalizados continúan llenos de vida”, explican desde la Fundación.
Ya lo decía Robert Collier, el éxito es la suma de pequeños esfuerzos, repetidos un día sí y otro también… Si a esto le sumamos la reactivación de sus equipos tras el nuevo escenario provocado por la pandemia del covid-19, “obtenemos regalos cargados de ilusiones que nos permiten seguir en nuestro camino de acompañamiento y ayuda”. Regalos en forma de inserciones laborales, como las 25 que llevan confirmadas en este último mes.
¡25 inserciones que favorecen la inclusión no sólo en el mundo laboral, sino que también dignifican a la persona permitiéndole satisfacer sus necesidades básicas y ubicarse en la sociedad actual!
Con el nuevo escenario provocado por la pandemia del Covid-19, la Fundación Don Bosco se ha reinventado y continúa reinventándose cada día, gracias al apoyo y cofinanciación de entidades públicas y privadas.
Desde el Área de Inserción Sociolaboral, continúan desarrollando sus proyectos marcando diferentes líneas de trabajo. Las primeras acciones están centradas en la atención de las personas, “prioridad en estos momentos de todo nuestro personal técnico”; para ello, realizan llamadas telefónicas y sesiones por videollamadas “que nos permiten mantener el seguimiento de nuestros itinerarios personalizados, continuamos informado y difundiendo las diferentes ofertas de empleo, presentamos plataformas y recursos educativos de formación online… Porque pese a las dificultades, subrayan, siempre hay una puerta abierta al empleo”.
Por otro lado, “nos hemos marcado acciones de atención con empresas, poniéndonos al servicio de las empresas con las que ya veníamos trabajando, siendo intermediadores entre ofertas y demanda, así como acompañando hacía nuevas demandas emergentes. En el empeño de seguir creciendo como profesionales, nos hemos marcado diferentes acciones para la mejora del diseño y desarrollo de nuestros proyectos, realizando reuniones de coordinación a través de diferentes plataformas, explorando nuevos materiales y diseñando y rediseñando nuevas sesiones grupales”.
Asimismo, desde el Área Socio-Educativa han puesto en marcha todos sus recursos y creatividad “para poder hacer llegar nuestra presencia a todas las personas con las que trabajamos”. Tutorías individualizadas vía whatsapp, acompañamiento telemático en la formación online para la mejora de la empleabilidad, talleres que permiten seguir ahondando en las competencias claves para el desarrollo humano y “siempre, siempre seguimos dispuestos a escuchar y ayudar a quien lo necesite”.
También desde el Área de Residencial y Emancipación continúan con su atención educativa integral a menores y jóvenes en situación de desprotección desde un ambiente de familia.
“La situación actual nos interpela también en lo que se refiere a la desconexión y aumento de la brecha digital entre los colectivos más vulnerables, para ello, con Fundación Telefónica y Fundación Orange estamos intentando ofrecer soluciones a familias que carecen de este tipo de recursos a través de la iniciativa “Gigas Solidarios”. En la Fundación Don Bosco tenemos claro que debemos salir de esta situación sin dejar a nadie atrás”.
Por último, desde la Fundación subrayan unas palabras que de su director general, Ignacio Vázquez, en un comunicado a los trabajadores de la entidad: “Seguimos estando, con nuestra mejor versión, para que Don Bosco, siga siendo casa que acoge para tantos chicos y chicas que, hoy más que nunca, nos necesitan”.
