La directora general de Coordinación de Políticas Migratorias de la Consejería de Turismo, Regeneración, Justicia y Administración Local, María del Mar Ahumada, se ha reunido hoy por videoconferencia con alcaldes y concejales de Huelva, Moguer, Palos de la Frontera, Lucena del Puerto y Lepe para intercambiar información sobre las ayudas extraordinarias para atender a la población migrante en los asentamientos ante la crisis sanitaria.
En total, la Junta ha distribuido 1.138.599 euros entre estas localidades para atender a los más de 2.100 migrantes repartidos en una treintena de asentamientos ante la pandemia por la COVID-19.
Los responsables municipales han explicado que están utilizando estas ayudas en dotar a esta población, de forma directa o a través de ONG, de alimentos y productos higiénicos básicos, bidones de agua potable y equipos de protección como mascarillas y guantes, para limitar sus desplazamientos.
Asimismo, han alquilado equipos y contratado personal para realizar labores de limpieza, desinfección y recogida de basuras en los asentamientos así cómo furgonetas para transportar a muchos de ellos a las fincas agrícolas en las que trabajan con las medidas de seguridad establecidas en cada fase.
En concreto, las ayudas aprobadas por Decreto Ley el pasado 15 de abril, se distribuyen según los datos facilitados por el INFOCA y Cruz Roja, cotejados con los ayuntamientos.
Así, el municipio al que mayor cuantía se ha asignado es Lucena del Puerto, 428.155,20 euros, al contar con 13 asentamientos que acogen en total a unas 815 personas. Le siguen Lepe, al que se han asignado 260.251,20 euros para atender a medio centenar de inmigrantes repartidos en nueve asentamientos, y Moguer, con una ayuda de 252.380,70 euros para asistir a los 480 inmigrantes que viven en sus ocho asentamientos.
Por último, para Palos de la Frontera, con unas 360 personas concentradas en un núcleo de infraviviendas, se han destinado 189.941,40 euros. Y para la capital, con una quincena de migrantes en un asentamiento, 7.894,11 euros.
Ahumada ha trasladado a los responsables municipales que, aunque el objetivo final debe ser la erradicación de este tipo de infraviviendas, era “necesario” ayudar a los ayuntamientos “que no tienen recursos para hacer frente a esta situación sobrevenida”.
Durante el confinamiento, ha resultado imprescindible reducir al máxima los desplazamientos de estas personas y proveerles para ello de suministros básicos. Además, para prevenir contagios, es fundamental garantizar la limpieza y desinfección de los asentamientos y su entorno.
Ttodos los alcaldes y concejales han agradecido estos recursos al haber resultado “fundamentales” ante “un problema de salud pública”. De hecho, ninguno de ellos ha reportado que se hayan registrado casos de contagio en estos asentamientos hasta el momento. No obstante, algunos tienen alquilados módulos para aislamiento si se produjera algún caso que no requiera hospitalización ahora o ante un eventual rebrote en otoño.