(Texto y fotos: Jesús Verdejo) Las flores o aumentos de estos imponentes árboles -llamadas «candeas» en Galego, del Latin «candela»- ofrecen estos días un espectacular aspecto.
El período de floración abarca los meses de junio y julio. Normalmente más tardíos en esta parte de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche.
Las flores son de especial interés para la apicultura, ya que proporcionan a las abejas una gran cantidad de néctar y polen.
El castaño es una especie monoica, lo que significa que las flores masculinas y femeninas aparecen en el mismo árbol. La fecundación se produce gracias a los insectos -particularmente las abejas- y también por el efecto del viento.
En esta época del año se decide en buena parte el resultado de la próxima cosecha de castañas y de miel. Y en el Valle del Múrtiga, adornada por candeas, permanece La Nava, una nueva y fresca mañana.