El próximo lunes 6 de julio retomará su actividad formativa la Escuela de Hostelería de Islantilla y sus dos itinerarios formativos en los que se encuentran matriculados 27 alumnos que vieron interrumpidas sus clases con motivo de la crisis sanitaria provocada por el Covid-19.
Durante los periodos de confinamiento y suspensión de la formación se ha trabajado intensamente en esta reprogramación así como en el diseño de un Plan de Medidas y Contingencias que permita una vuelta a la formación presencial bajo criterios de seguridad y siguiendo las instrucciones de la normativa estatal y autonómica determinada por las correspondientes autoridades sanitarias. Dicho Plan ha sido diseñado por los Servicios de Prevención de la Dirección Provincial del SAE y la dirección de la Escuela, afectando a las normas de uso del material didáctico, la adquisición de elementos de protección, prevención y seguridad higienico-sanitarios y la delimitación de los espacios y zonas comunes, lo que permitirá la incorporación de 12 alumnos que cursan el itinerario de Camarero de Sala y 15 alumnos de curso de Cocina.
El delegado territorial de Empleo, Formación, Trabajo Autónomo, Economía, Conocimiento, Empresas y Universidad en Huelva y Director Provincial del SAE, Antonio Augustín, ha destacado “la rapidez de cuantas gestiones se han realizado por la Secretaría Provincial del SAE y el diseño del Plan de Medidas y Contingencias para poder reanudar la actividad de la Escuela cuanto antes y poder finalizar ambos itinerarios con éxito, lo antes posible, pensando incluso en no retrasar el curso ante un posible rebrote de coronavirus en otoño.”
“La incorporación inmediata de esta promoción de alumnos permite poder terminar el curso con la mayor de las garantías -prosigue Augustín- y la Escuela ha de mantener su vocación de continuidad, pues ya tiene aprobada la programación para el curso siguiente para seguir en el empeño de seguir haciendo de esta Escuela un referente inequívoco a la hora de formar a nuevos profesionales de la hostelería.”
Además, el Director Provincial del SAE, ha destacado “la inversión superior a los 8.000 euros para la adquisición de material de protección para los alumnos y personal de la Escuela con 6.600 mascarillas, 9.000 unidades de guantes de latex, 1.000 unidades de guantes de nitrilo, 300 litros de gel hidroalcohólico con actividad virucida, 43 pantallas faciales, mamparas de protección para las distintas y departamentos del centro, nueva señalización y refuerzo de los servicios de limpieza”.
En el momento de la suspensión formativa los alumnos del itinerario de Cocina habían recibido un total de 522 horas formativas, a las que habrá que sumarse a partir de ahora otras 558 (en estas horas se incluyen 80 horas de prácticas aún por realizar). De igual modo, los alumnos de Sala han alcanzado hasta el momento un total de 426 horas lectivas y deberán realizar tras la reapertura otras 644 horas más (en estas horas se incluyen 160 horas de prácticas).
En estos momentos, la dirección de la Escuela se encuentra contactando con distintos establecimientos hoteleros para que los alumnos puedan realizar sus prácticas profesionales. Debido a la actual situación del sector hotelero ante la crisis sanitaria los alumnos del curso de Cocina finalizarán su periodo de prácticas el 2 de octubre y los alumnos del itinerario Camarero de Sala terminarán sus prácticas el 18 de diciembre.
Obras de mejora y acondicionamiento exterior
Antonio Augustín ha informado que “con la reapertura de la Escuela prosigue el plan de adecentamiento exterior del centro, con el objeto de mejorar sustancial y progresivamente las deficiencias del edificio y para que éste tenga la imagen que se corresponde con su prestigio y su entorno, destacando los trabajos para la reparación y sustitución de las cubiertas del edificio con una inversión económica de 14.905 euros y varias obras de acondicionamiento exterior del edificio, por importe de 24.485 euros para la eliminación de barreras arquitectónicas y la recuperación perimetral de la Escuela que incluye trabajos de limpieza y renovación de las zonas ajardinadas, pavimientación, canalización de aguas en linderos, nuevo vallado y la mejora del acceso peatonal, una inversión muy necesaria tras muchos años en los que no se había empleado dinero alguno en mantenimiento y confortabilidad.”