La Laguna Primera de Palos ha recibido en 2020 un visitante inusual. Un Papamoscas Collarino (Ficedula albicollis) ha sido anillado esta primavera en este humedal referente de la provincia de Huelva.
Se trata de un hecho excepcional pues hasta el año 2012 solo un ejemplar había sido observado en Andalucía (Málaga, 2008). En el resto de España, las pocas observaciones se han concentrado en la costa noreste (Levante, Cataluña y Baleares) y solo muy puntualmente ha aparecido en otras regiones.
Esta especie posee un área de cría relativamente reducida, la cual se extiende sobre el centro y este de Europa. A pesar de su pequeño tamaño resulta un extraordinario migrador pues tiene sus cuarteles de invierno en África, más allá del ecuador, principalmente en Tanzania, Malawi, Zambia y Zimbabwe. La baja frecuencia con que es detectada en la Península Ibérica, responde a que usa la ruta oriental mediterránea para desplazarse desde el continente africano a sus zonas de cría en Europa, alcanzando habitualmente su zona más occidental en Italia. Circunstancias meteorológicas excepcionales le pueden hacer desviarse de éstas áreas.
El Papamoscas Collarino es un ave típica de ambientes forestales claros y adehesados, también de huertos y jardines. Consume preferentemente insectos a los que atrapa en vuelo.
Desde el año 2010 Cepsa, y a partir de 2017 su Fundación, realiza jornadas sistemáticas de anillamiento en la Laguna Primera de Palos que complementan los censos sobre aves acuáticas y rapaces, que también se realizan en este espacio natural. En 2017 crea la Estación de Anillamiento Científico Laguna de Palos (EACLP), la primera en la provincia de Huelva, y participa en el programa PASEM (Plan de Anillamiento para el Seguimiento de Especies Migrantes), cuyo objetivo es obtener información sobre las aves migrantes en el
conjunto de España.