La primera quincena de agosto se cierra con una ocupación media hotelera del 53,21%, en la provincia de Huelva, según los datos dados a conocer este viernes por la Asociación Provincial de Hoteles, que sitúa la previsión para todo el mes de agosto en el 49,44%.
El precio medio se mantiene en tasas del -20% de media respecto al año pasado y la facturación en la primera quincena de agosto se sitúa en un –48,08% respecto al mismo mes del año pasado, y del total de reservas un 58,69% lo han sido para fines de semana.
Los datos obtenidos a través de la encuesta realizada por la Asociación Provincial de Hoteles, miembro del Círculo Empresarial de Turismo, a sus asociados confirman la crisis sin precedentes por la que atraviesa el sector.
Si bien es cierto que respecto de las previsiones que se mantenían a finales del mes de julio para la primera quincena de agosto, esta, ha evolucionado de manera positiva (previsión finales de julio para agosto era del 29,18 y se ha situado en un 53,21%, +24,03 puntos de ocupación), en términos absolutos y con una previsión de ocupación final para mes de agosto del 49,44% de confirmarse este dato, estaríamos en un escenario donde con respecto a ese mismo mes de agosto del año pasado se fijaría una diferencia en puntos porcentuales de -32,26.
Asimismo, se ha evaluado la situación respecto de las previsiones de reservas “confirmadas” para el mes de septiembre, determinándose un porcentaje del grado de ocupación de las plazas disponibles de un 27,25%. Esto supondría de confirmarse definitivamente estas previsiones una caída de -35,6 puntos respecto de la ocupación obtenida en el mismo mes del año pasado.
Por otra parte, se consolida la caída de los precios observada en el mes de julio, manteniéndose una media del -20% en el precio medio del mes respecto al año pasado, y se confirma la inexistencia de penalizaciones por cancelaciones, cuestión esta que desde principios de la temporada no se ha modificado ni siquiera en esta supuesta temporada alta.
De la encuesta realizada destacan dos cuestiones muy relevantes tales como el porcentaje de reservas que se han realizado de cara a fines de semana en la primera quincena de agosto y que alcanza la nada desdeñable cifra del 58,69%, cuestión esta que incide de manera muy directa en el incremento de los costes operativos, así como de la diferencia de facturación de esta primera quincena respecto al mismo periodo del año pasado que en términos de media se ha situado en un -48,08%.
No es necesario tener conocimientos en economía para interpretar que estos datos confirman la más que difícil situación por la que atraviesa el sector, que en un altísimo porcentaje de probabilidad cerrará un año con numerosas pérdidas, cuestión esta que pone en riesgo no solo a muchas empresas hoteleras sino a muchas otras que de manera tanto directa como indirecta desarrollan su actividad en el ámbito del sector turístico.
Para la Asociación Provincial de Hoteles, «esta palmaria evidencia que no se ha tenido ni se tiene en cuenta por parte de las administraciones locales, en especial aquellas en las que existe una mayor concentración de plazas hoteleras, ya que hasta la fecha han dado la espalda a uno de los sectores tanto en materia económica como en empleabilidad estratégicos de nuestra provincia, y no han arbitrado ninguna línea de ayudas o bonificaciones sobre distintos elementos impositivos que de alguna manera puedan ayudar a garantizar la supervivencia de muchas empresas y por consecuencia la garantía del mantenimiento del empleo de cara a futuro. Están por tanto y a juicio del sector, deslegitimados para hablar sobre turismo, ya que de este sector sólo se quedan con la cara amable demostrando no estar a la altura y carecer de sensibilidad turística alguna en circunstancias como las que este está atravesando».
Por último, desde el sector, «de nuevo y por enésima vez, se hace un llamamiento a la necesidad de arbitrar una solución a los ERTE respecto de su prorroga hasta finales de año, así como una modulación o eliminación del compromiso de empleabilidad al que se obliga a las empresas y que en la actualidad se determina en 6 meses desde el comienzo de la actividad, y que a todas luces va a ser imposible de cumplir teniendo en cuenta el escenario en el que nos encontramos».