La Consejería de Salud y Familias, a través del servicio de Salud Responde, ha realizado durante los meses de junio y julio un total de 20.610 llamadas de seguimiento a población de riesgo durante los días de altas temperaturas, 2.263 de ellas a onubenses, con el fin de ejercer un control individualizado sobre su estado de salud ante el incremento de temperaturas registrado en estos meses. Este año se han incluido para el seguimiento telefónico a un total de 11.931 personas en situación de riesgo, 1.080 de Huelva.
Las personas identificadas como población de riesgo son, en su mayoría, mayores de 65 años, pacientes frágiles que viven solos, cuyo estado de salud está debilitado por padecer alguna patología crónica de alta morbilidad (insuficiencia cardiaca, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, demencia, trastorno mental grave, insuficiencia renal, obesidad excesiva, hipertensión arterial o diabetes mellitus) y/o que tomen un medicamento que pueda influir en la adaptación del organismo al calor (psicotropos, antidepresivos, hipotensores y diuréticos), a lo que se suma en muchos casos no disponer de condiciones de habitabilidad adecuadas en sus viviendas para protegerse del calor.
Durante estos dos meses, se han registrado 61 alertas por altas temperaturas en Andalucía: 10 de nivel amarillo, 18 naranja y 33 rojo.
Además de la labor de seguimiento a las personas con patologías crónicas y más vulnerables de Andalucía, desde Salud Responde, bien a través del teléfono (955 545 060) o a través de la app ‘Salud Responde’, se pueden consultar consejos para reducir los posibles riesgos que las altas temperaturas puedan ocasionar en la salud o revisar el catálogo de preguntas en las que se resuelve desde ¿qué medidas puedo llevar a cabo ante el calor?, hasta ¿qué son los calambres por calor o qué es un sarpullido?, entre otros. El total de consultas realizadas por los andaluces hasta la fecha ha sido de 14.536, siendo hechas el 99% a través de la aplicación móvil.
La Junta de Andalucía activa cada año con la llegada de la época estival el Plan de Prevención de las Altas Temperaturas con el fin de minimizar las consecuencias que el calor pueda tener sobre los colectivos más vulnerables, personas con trastorno mental grave, menores de 4 años (especialmente lactantes) y personas que trabajan expuestas al sol, así como recordar aquellos consejos de carácter general que contribuyen a convivir de una forma más saludable con las altas temperaturas propias de esta época.
Prevención ante temperaturas extremas
Las altas temperaturas pueden suponer un riesgo para la salud. Los síntomas más habituales para reconocer que se sufre un golpe de calor, por excesiva exposición a las altas temperaturas, son calambres, piel caliente, roja y seca, náuseas y sed intensa; somnolencia y/o agresividad inhabitual; obnubilación y pérdida de conciencia, y convulsiones.
Ante la aparición de un golpe de calor es preciso solicitar asistencia médica urgente; mientras ésta llega, hay que colocar a la persona afectada en un entorno fresco y enfriarla con aire o agua fría, ya sea con una ducha o baño o mojando sus ropas. Los deportistas, trabajadores expuestos al calor, bebés, personas mayores, discapacitados o enfermos crónicos son especialmente sensibles a los golpes de calor. En caso de necesitar asistencia urgente llame al 061.
Para evitar situaciones como estas se recomienda evitar salir en horas de calor extrema, desde el mediodía hasta el atardecer (12-19 h), en caso de hacerlo usar ropas ligeras, sueltas, de colores claros y con gorros o sombreros que protejan la cabeza del sol. En el hogar se recomienda mantener las ventanas y las persianas cerradas para proteger la vivienda, ventilándola por las noches o el uso de ventiladores y la utilización de aparatos de refrigeración.