El Hospital Universitario Juan Ramón Jiménez ha registrado en los últimos días una donación multiorgánica que ha permitido salvar la vida o mejorar notablemente el estado de salud de cuatro pacientes.
En concreto, esta actuación, en la que ha participado un equipo multidisciplinar de profesionales tanto del centro onubense como procedentes de los hospitales donde se han efectuado posteriormente los implantes de los órganos extraídos, ha posibilitado que se lleven a cabo un trasplante cardiaco, otro hepático y dos renales. Dicho equipo ha estado integrado por anestesistas, intensivistas, cirujanos, urólogos, cardiólogos, personal de enfermería, auxiliares y celadores, entre otros efectivos, que han realizado un importante esfuerzo con el objetivo de cumplir los plazos de respuesta que hacen finalmente viables los trasplantes.
La Coordinación de Trasplantes de los hospitales onubenses desea trasladar públicamente su más sincero agradecimiento a la familia que ha propiciado este acto de inmensa generosidad en un momento tan duro, sin cuyo gesto el desarrollo de todo este operativo no hubiera sido posible.
Se trata de la cuarta donación de órganos que se produce en el Juan Ramón Jiménez durante este año, siete si se suma el conjunto de la provincia. Junto a esta última, el centro hospitalario capitalino ha contabilizado en el mes de julio otra donación de órganos que ha beneficiado a dos pacientes, que han podido acceder a sendos trasplantes renales.
Incidencia del Covid-19, nuevos protocolos de seguridad y balance
A pesar del impacto que la irrupción de la pandemia por Covid-19 ha tenido en el funcionamiento del sistema sanitario público, el programa de donación y trasplantes de órganos ha continuado en los hospitales onubenses y del resto de la comunidad autónoma andaluza gracias al esfuerzo, compromiso y responsabilidad de los profesionales participantes.
A fin de adaptarse a este nuevo escenario por parte del Servicio Andaluz de Salud (SAS) se ha impulsado la formación del personal y se han implementado nuevos protocolos y circuitos que garantizan la seguridad de los pacientes y profesionales en todo el proceso.
Así, en lo que respecta al balance de 2020, hay que diferenciar un periodo inicial -que comprende los meses de enero y febrero- durante el que se mantuvieron las cifras habituales en donaciones y trasplantes, y una segunda fase, coincidiendo con la declaración del estado de alarma por la emergencia sanitaria derivada del Covid-19, en que la actividad se redujo con el objetivo de reforzar la seguridad de los pacientes en lista de espera. En las últimas semanas se está volviendo a recuperar paulatinamente el elevado ritmo de donaciones y trasplantes de años precedentes.
En el caso específico de la provincia de Huelva, de las siete donaciones de órganos registradas en lo que llevamos de 2020, cuatro corresponden al Hospital Juan Ramón Jiménez, dos al Infanta Elena y una al de Riotinto. Dentro de estas, dos han sido en asistolia o a corazón parado, una modalidad implantada en los últimos años y que se ha convertido en una alternativa terapéutica en auge para la obtención de más órganos. A diferencia del tradicional por muerte encefálica, el donante en asistolia fallece como consecuencia de una parada cardiorrespiratoria, lo que supone todo un ejemplo de renovación en las prácticas médicas y la incorporación, con ello, de una técnica que se encuentra ya consolidada en los hospitales públicos andaluces, dando como resultado la aparición de nuevas oportunidades de vida para las personas que aguardan un órgano.
En el balance de este año hay que añadir una donación de tejidos que también ha tenido lugar en el Juan Ramón Jiménez.
Los coordinadores de trasplantes de los hospitales de Huelva muestran una vez más su gratitud a los familiares de los donantes por su solidaridad, que constituye un claro ejemplo a seguir, al mismo tiempo que destacan el papel de los colectivos y agentes sociales implicados en el programa de fomento de la donación de órganos, como asociaciones de pacientes, medios de comunicación, centros escolares y hermandades, que contribuyen a crear un clima favorable a la donación. También resaltan el trabajo de profesionales sanitarios y no sanitarios, magistrados, forenses, personal de aeropuertos y cuerpos y fuerzas de seguridad, entre muchos otros, que colaboran facilitando la labor de los coordinadores y equipos de trasplantes.
Por último, lanzan un mensaje de concienciación a la ciudadanía para que apoye esta práctica solidaria, indispensable para salvar o mejorar la vida de los pacientes que continúan en lista de espera.