La Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible ha puesto en marcha un programa de voluntariado ambiental para colaborar en las labores de restauración de la zona afectada por el incendio de Almonaster la Real. El objetivo de esta iniciativa es facilitar la participación de la sociedad andaluza en la ejecución de los trabajos que se desarrollen para la protección y recuperación del medio natural dañado por las llamas.
Este programa de voluntariado ambiental forma parte de las medidas que está llevando a cabo el Gobierno de Andalucía con la finalidad de impulsar la cooperación entre todas las administraciones e intensificar la colaboración de la sociedad, todo con el objetivo último de conseguir que la recuperación efectiva de la zona sea un éxito colectivo.
Aquellas personas interesadas en colaborar como voluntario en las labores de restauración pueden comunicar su solicitud a través del formulario, habilitado en la web de la Consejería de Desarrollo Sostenible, para los programas de voluntariado ambiental (http://lajunta.es/2ifnu). Una vez que se conformen los grupos de trabajo, los voluntarios recibirán formación básica sobre las labores que realizarán, que se desarrollarán siempre bajo el asesoramiento y orientación del personal de la propia consejería.
En cuanto al diseño de las acciones a ejecutar, el Gobierno andaluz tomará en consideración las prescripciones técnicas establecidas en los programas de restauración que se adopten para mejorar las condiciones de la zona afectada por este incendio. Así, la primera de las fases de trabajo se dirigirá a realizar actuaciones de corrección hidrológica a pequeña escala que permitan proteger el suelo desnudo frente a las precipitaciones que podrían registrarse en otoño e invierno en lugares especialmente vulnerables.
Ayuda desinteresada
La sociedad andaluza, consciente de su papel en le conservación y puesta en valor del valioso patrimonio natural de la Comunidad Autónoma, tiene una consolidada tradición de respuesta ciudadana ante desastres ambientales. De esta forma, los propios andaluces se han convertido en una parte esencial del desarrollo
económico y social de las zonas rurales de la región.
Ante una afección al patrimonio natural, se suele producir una respuesta de los ciudadanos, que se prestan de manera desinteresada a colaborar con los poderes públicos en las labores de restauración de las zonas dañadas. Ante esta oferta de los andaluces, el Gobierno regional actúa para coordinar y aprovechar las sinergias existentes entre el esfuerzo de los voluntarios y las actuaciones públicas dirigidas al mismo fin.
Para asegurar la mayor eficacia, las iniciativas deben contar además con la implicación de las administraciones que tienen competencia en la zona afectada por el incendio y estar integradas en los planes diseñados para su restauración.