(Texto y foto: José Antonio Mayo Abargues) Aprovechó la tranquilidad que reinaba en las calles durante el tiempo de nuestro confinamiento para acercarse a la zona urbana de Mazagón, buscando comida fácil y en más de una ocasión se le vio metiendo su afilado hocico en los contenedores de basura.
Este animal nocturno, que ha decidido instalarse definitivamente en Mazagón, se ha echado a la poca vergüenza y se pasea a plena luz del día por la playa de Las Dunas, donde se sospecha que tiene su guarida entre los bloques de hormigón del puerto deportivo.