Un escáner se puede convertir en el dispositivo indispensable tanto para el trabajo en la oficina como para las tareas académicas. Por ello vale la pena saber cómo elegir el más adecuado y qué ventajas puede aportarnos en el día a día.
La tecnología ha avanzado a pasos agigantados y de ello no hay duda, a día de hoy es posible contar con herramientas avanzadas que nos puedan ayudar a la hora de realizar tareas diarias y en el trabajo, ya sea desde casa o en la oficina. Los escáners son, en la actualidad, un elemento imprescindible para poder desarrollar tareas administrativas, académicas, y por supuesto, para agilizar la digitalización de documentos que se puedan necesitar de manera inmediata.
Cómo elegir un escáner normal o portátil
Existen muchos modelos distintos de escáneres que pueden ser adecuados para las tareas que deseamos llevar a cabo. Cada uno puede llegar a ser más apropiado, dependiendo del tipo de gestiones que tengamos que tramitar, de nuestras necesidades y urgencias laborales o domésticas. A día de hoy existen los escáneres normales, pero también los portátiles se han convertido en una alternativa más que oportuna, ya que éstos están diseñados para ser transportados fácilmente. Claro que, a la hora de elegir un escáner que sea portátil, podemos llegar a sentirnos un tanto abrumados ante la variedad del mercado. En principio, será fundamental tener en cuenta el uso que le vayamos a destinar, una vez esté en nuestras manos.
Algunos escáneres son más grandes que otros, y mientras que muchos de ellos sólo realizan escaneos en blanco y negro, hay otros que también permiten escanear a color. Los hay de mano o sobremesa, para libros y documentos, de manera que podemos encontrar muchos modelos fabricados por las mejores marcas del sector.
Éste será un aspecto al que probablemente tengamos que prestarle mucha atención, teniendo en cuenta la durabilidad y la calidad que garantiza una marca profesional. Los escáneres más básicos son más apropiados en el caso de que no tengamos necesidades urgentes, de que no exista la exigencia de tener que escanear documentos a diario, o que sólo los utilicemos con el objetivo de cumplir con algún trabajo esporádico. Sin embargo, si necesitamos un uso continuado, lo más aconsejable será decantarse por escáneres más completos.
Claro que no es lo mismo comprar un escáner para tener en casa que comprar un escáner de oficina. En este último caso, se trata de un dispositivo específicamente diseñado para un uso exigente y continuo, y la manipulación de más de una persona. Dependiendo de la cantidad de personas que hagan uso del escáner, podremos escoger según su tamaño, resistencia y rapidez. Es importante contemplar que, al utilizarse en una oficina, el escáner debe responder a una mayor demanda de uso diario, por lo que una respuesta rápida será importante para no entorpecer las tareas en la oficina.
Las ventajas de tener un escáner
Ahora bien, una vez que tenemos datos suficientes para elegir el escáner más apropiado según nuestras necesidades, vale la pena conocer sus ventajas. En primer lugar, una de las mayores ventajas que podemos reconocer sobre los escáneres, es que permiten guardar documentos en todos los dispositivos que queramos. Una vez realizada la digitalización, ese escaneo puede ser enviado por correo, subido a la nube o guardado en un pendrive.
Es una manera fácil de contar con la información que necesitamos allá donde queramos y sin poner en riesgo el documento original, de esta forma podremos hacer cuantas copias sean necesarias sin perjudicar al mismo. La reproducción es prácticamente inmediata, tan sólo tarda algunos segundos en realizar la digitalización, y se puede llevar a cabo en cualquier tipo de documento, ya sea un texto o una imagen. Son muy útiles para trámites administrativos, de manera que estos escáneres pueden realizar su tarea para ayudar con algún tipo de asunto imprevisto que se deba solucionar al respecto. Inmediatamente tendremos el escaneo, y preparado para hacer con el mismo lo que queramos.
