“Dar visibilidad a los problemas a los que se enfrentan en su día a día las personas con diversidad funcional y trasladarles el compromiso municipal de que vamos a trabajar para mejorar la accesibilidad en el municipio”, es, según la alcaldesa, Pepa González Bayo, el objetivo con el que el Ayuntamiento de Cartaya se ha sumado este jueves a la jornada reivindicativa en la que se celebra el Día Internacional de las personas con Discapacidad.
Tanto la primera edil como la concejala de Mantenimiento de Infraestructuras y Ecociudad, Consolación Benítez, han acompañado a un grupo de personas con diversidad funcional en su paseo diario por distintas calles de El Rompido, “para comprobar en primera persona las barreras arquitectónicas a las que se enfrentan a diario”. Allí les han trasladado el compromiso del Equipo de Gobierno municipal, que ha aprobado una inversión de 13.000 euros para mejorar la accesibilidad en los tres núcleos: Cartaya, El Rompido y Nuevo Portil.
“Nuestro objetivo, -señaló la alcaldesa-, es que ellos sean protagonistas de estas actuaciones, nos transmitan sus necesidades y lideren estos cambios con los que pretendemos garantizar los derechos de las personas con discapacidad y sus familias en nuestro pueblo”.
En este Día Internacional de la Discapacidad, señaló Consolación Benítez, “queremos reivindicar la participación y el liderazgo de las personas con discapacidad, su empoderamiento para un desarrollo inclusivo, equitativo y sostenible, en el marco de los objetivos y actuaciones de la Agenda de Desarrollo 2030”. Por ello las responsables municipales han trasladado al colectivo “el compromiso del Equipo de Gobierno de redoblar esfuerzos en estos tiempos difíciles y de no dejar a nadie atrás”.
Finalmente, han destacado el trabajo que realiza el tejido asociativo organizado en torno a la discapacidad, “cuyo esfuerzo reconocemos como imprescindible”. En este sentido, la alcaldesa abogó por “trabajar de forma conjunta por una sociedad en la que todos y todas participemos en igualdad de condiciones, en la que tengamos la oportunidad de tomar decisiones de manera autónoma e independiente, y en la que tener una discapacidad no sea sinónimo de exclusión”.