(Firma: Jesús Conde) La vieja máquina de escribir, de teclas desvencijadas, dejó de sonar sobre las aceras de la plazoleta. Ni desde el salón de losetas grises y levantadas se la oye. Ni siquiera, cuando uno se acerca sigiloso al cuartillo de los sueños –del patio en donde deambulan a sus anchas las trece tortugas de marras- es capaz de percibir su sonido cojo. Que la vieja máquina de escribir, poeta Juan de Mata Rodrigo Moro, ya no es de este mundo sino del otro.
Que pertenece a la Zarza, a Sotiel Coronada, a la calle del Pozo, a los cercaos, a las fuentes y a los huertos de Calañas. Que está irremediablemente atada a los surcos de la canoa cuando se pasea por esta ría nuestra tan maltratada. Que es del Paseo del Chocolate, de las marismas, del Tinto, del Odiel, de la Rábida… y de la Isla Chica del alma. Sobre todo, de la Isla Chica.
Preguntabas antaño en un periódico por su existencia, Juan de Mata Rodrigo Moro, y reclamabas a los cuatro vientos el reconocimiento oficial para el articulista onubense de pro, Jesús Conde Delgado. Y yo te respondo, desde este puerto desolado y amarillo en que me encuentro, que la vieja máquina de escribir permanece aún viva en el corazón de los que, como tú, todavía la recuerdan.
2 comentarios en «EL ESTERO: La máquina de escribir»
Muchas gracias, Emilio. Ya sabes que «Odiel» era un auténtico vivero de artistas de la palabra.
Bonito y nostálgico articulo que nos lleva a los años juveniles en Huelva, donde la vocación de escritor se miraba en las figuras Conde Delgado y Juan de Mata ,motores del articulismo en el diario «Odiel».