(Firma: Sergi García) Las mamparas de protección de metacrilato de han convertido hoy un elemento indispensable y han pasado a formar parte de nuestro entono. La sociedad está recuperando poco a poco la vuelta a la normalidad pero nuestra vida a cambiado. El uso obligatorio de la mascarilla y el gel hidroalcohólico en el bolso se ha convertido en algo habitual. Y las mamparas divisoras, que solo veíamos en algunos centros de atención es hoy un poderoso aliado para muchos negocios, ya que permite mantener la distancia de seguridad y protege de los famosos aerosoles que expelemos al hablar, al mismo tiempo que gracias a su transparencia permite una relación mas interpersonal entre dependiente – cliente o entre compañeros de oficina.
Por una normalidad más humana
Por el momento, cualquier medida de protección está recomendada, el consumo en las terrazas de los bares así como las visitas a familiares y amigos y, en los casos en los que el teletrabajo no es posible, se ha dado también la vuelta a la oficina.
La pandemia del coronavirus ha transformado el mundo tal y como lo conocemos a una metamorfosis masiva que, por su naturaleza, ha empujado a redefinir la interacción social en prácticamente todos los ámbitos. Además del consecuente deterioro emocional que todos hemos sufrido a raíz de los sucesivos confinamientos, el mercado, sobre todo el pequeño comercio, ha debido adaptarse a la situación sobre la marcha. Una circunstancia que, después de este año casi entero en una cuarentena intermitente, hoy admite un mayor acercamiento al término forzado de “nueva normalidad”.
Salvando la importancia de portar el correspondiente equipo de protección personal, que ya se abarcará más adelante, el comercio ha precisado de otro utensilio para proteger y protegerse de posibles contagios. Se trata de las Mamparas protectoras de virus, cuya combinación de atributos resulta altamente eficiente para proteger de forma adecuada tanto a clientes como empleados. Una muestra de distintos modelos de mamparas de metacrilato y policarbonato sirve ya para percatarse de las ventajas que vaticina, dado que se trata de materiales cuya sencillez facilita su asimilación. Algo que, como veremos, se adapta a todo tipo de entorno.
Recomendaciones higiénicas de la OMS
Como bien ha insistido en remarcar la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Covid-19 se transmite a partir de las pequeñas gotas que, tanto al toser, hablar e incluso cantar, expelemos de la boca. Del mismo modo, la OMS, aunque poco a poco se haya rebajado su relevancia, ha recomendado también atender a las superficies que podrían haber estado en contacto con partículas del coronavirus. Siendo necesario destacar que, dadas sus propiedades, no todas las superficies existentes interactúan igual con el virus, ya que, dependiendo de su material, su permanencia puede ser tanto de unas pocas horas como de hasta tres días.
La razón por la que actualmente se ha disparado la venta de productos y Elementos anticontagio para empresa yace en el hecho de que, siguiendo las directrices de la OMS, la higienización es un factor clave para combatir el virus. Además de la higiene personal, cuyas recomendaciones pasan por lavarse frecuentemente las manos, cambiarse de mascarilla asiduamente y lavar la ropa que ha estado en entornos con la posible presencia del virus, las superficies deben pasar por ese mismo proceso. Es por ese motivo que, agilizando dicha tarea, la sencilla limpieza que requieren las mamparas de metacrilato y policarbonato resultan más que eficientes.
Un procedimiento para el que únicamente basta con limpiar frecuentemente dichas superficies empleando jabón neutro con un paño. Ahora bien, teniendo en cuenta que es necesario realizar dicha tarea cada pocas horas y no únicamente a final de jornada, dado que, de lo contrario, la mampara irá acumulando posibles agentes contagiosos. Del mismo modo, y para la restauración, es preciso hacer lo mismo con los expositores de comida. Todo sea para salvaguardar nuestra salud, pero también la de todos.
La protección como componente normalizador
Otra de las razones por la que la venta de mamparas anticontagio se han disparado, además de su fácil limpieza y colocación, es su componente normalizador. En ese sentido, si ya el distanciamiento social y el uso de una mascarilla deshumanizan de algún modo nuestra interacción en sociedad, el uso de un delgado y transparente muro de protección es todo un alivio. Por ello, y lejos de comercializar modelos aparatosos, empresas como Protectik disponen de muchísimas más versiones, ideales según la situación y, por encima de todo, seguras y, dentro de lo que cabe, capaces de pasar desapercibidas.
Aunque se haya tomado como ejemplo el comercio propiamente dicho, las mamparas han sido fuertemente demandadas para las tareas de oficina. En este caso, distribuyendo tipologías que, a la par que sirviendo de protección, sirven también como separadoras de puestos de trabajo. Un modo de ahorrar espacio sin comprometer la cercanía entre compañeros, crucial para el trabajo en equipo, y que podría verse perjudicada a raíz de los protocolos de seguridad que ciegamente han de seguirse por el bien de la salud pública. Porque, además de la salud de nuestro organismo, es necesario velar también por nuestra salud mental.
Salud mental a través del entorno
El coronavirus, además de los profundos cambios que todos hemos conocido a lo largo de la pandemia y de primera mano, ha atentado duramente contra nuestra estabilidad mental. La necesidad de calor humano, unida a la fractura con nuestras rutinas diarias de socialización y vida en sociedad, han requerido, en algunos casos,de asistencia psicológica durante los meses de confinamiento. Asimismo, y ante la abertura que han permitido los gobiernos, el pavor al contagio se ha incardinado en nuestra mente como un lastre que, poco a poco, ha amedrentado nuestra normalidad.
Por ello, algunos elementos apaciguadores de tal clima, como lo es, y aunque parezca increíble, una simple mampara de metacrilato transparente que proteja, pero deje ver a través, son un bien de primera necesidad. La cárcel de la movilidad tan sólo es superable por el libre albedrío de la mente, cuyos compartimentos de libertad necesitan a menudo un apoyo externo. De momento, y además de un buen equipo de protección contra el Covid-19, huelga decir que la primera recomendación es mantener la calma. Pero, sobre todo, y ahondando en nuestro subconsciente, mantener la esperanza y confiar en el amanecer que, sin duda, está todavía por venir.