El entrenador del equipo masculino de fútbol sala de la Universidad de Huelva (UHU), Daniel Rodríguez, ha destacado la importancia de su equipo para este deporte en Huelva en un momento en el que el nivel del fútbol sala en la provincia es “muy bajo”, ha subrayado.
Tras una etapa en la que había “una liga muy competitiva” en la provincia, ahora “trabajamos con un déficit de base muy grande en Huelva”, donde “los chavales cada día juegan menos”. De hecho, “gente mayor sigue jugando porque no hay gente nueva”, explica Rodríguez, que considera por ello que el equipo de la UHU “es un buen punto de apoyo”.
“En Huelva se ha pasado de clubes deportivos a escuelas en las que la gente paga por jugar”, mientras que en el equipo de la Universidad “la gente tiene que ganarse el puesto”, ha explicado el entrenador, que se muestra “muy contento” porque el equipo universitario “está muy bien visto”.
Daniel Rodríguez, que es titulado de la Universidad de Huelva en Magisterio por Educación Física, destaca la importancia de la labor que se realiza en este equipo. “Es una labor muy bonita y muy importante porque todos los universitarios quieren jugar en el equipo y da la posibilidad de competir con otras universidades, lo que les motiva mucho”, remarca.
Lo peor es tener que elegir entre tantísimos estudiantes que se presentan a la convocatoria. “Es un trabajo duro y muy difícil. A la primera convocatoria se presentaron 150 chavales y tuve que elegir a 12. La parte fea es romper la ilusión a mucha gente”, señala.
Rodríguez destaca que su proceso hasta llegar a ser el entrenador de este equipo universitario ha sido “muy bonito y muy intenso”. Tras empezar jugando en el equipo universitario, donde estuvo varios años, realizó el curso técnico de entrenador y ha entrenado a varios equipos, tras lo que le ofrecieron la oportunidad se ser entrenador del equipo universitario, primero del femenino y después del masculino.
“Lo acepté porque es muy interesante a nivel académico. Uno aquí aprende más de lo que enseña”, destaca Daniel Rodríguez, que recientemente recibió el reconocimiento de sus compañeros durante la última gala de clausura del Servicio de Actividades Deportivas de la Onubense, por lo que se muestra “muy agradecido». «Este año tuve un problema de salud grave del que he salido y me hizo mucha ilusión que los compañeros se acordaran de mí. Eso vale más que todo el dinero del mundo”, concluye.
