(Firma: José Antonio Mayo Abargues) El 31 de enero de 2010, coincidiendo con la marea más grande del año, un grupo de amigos organizamos una expedición en todoterreno por la playa, desde Mazagón hasta Matalascañas, con el objeto de investigar sobre el pecio del navío Monarca, hundido en la Batalla de Trafalgar en esta zona de la costa. No conseguimos dar con sus restos, ya que está sepultado por la arena desde hace más de dos siglos y es difícil que las mareas lo descubran. Pero casualmente, descubrimos una zona de arena fosilizada que nos llamó poderosamente la atención por sus formas extrañas, aunque no le dimos mayor importancia.
Al leer en la prensa las noticias que se están publicando sobre la aparición de las huellas fósiles de animales y de origen humano de hace 106.000 años, nos hace pensar que tal vez estuviéramos, sin saberlo, ante ese yacimiento que ahora se está estudiando.
No cabe duda de que Doñana ha sido toda la vida un valioso tesoro utilizado por las civilizaciones más antiguas para el aprovechamiento de su riqueza, especialmente de su fauna por la gran diversidad. Y es por ello, que los primeros homínidos hayan podido elegir este rincón del planeta para desarrollar su vida. Las imágenes no dejan de ser curiosas.