A tenor de las encuestas realizadas por la patronal hotelera de la provincia, las reservas de cara a la Semana Santa se encuentran «prácticamente paralizadas, lo cual augura una actividad casi nula de cara a este periodo a efectos turísticos. Sumado a esto, la indefinición por parte de las administraciones respecto de la apertura de la movilidad, inciden en la toma de decisiones por parte del sector de poder poner en funcionamiento prácticamente a la totalidad de la planta hotelera.
Desde el sector se mantiene que el ritmo lento de la vacunación contra la Covid-19 y la evolución de la pandemia han frenado las previsiones que los hoteleros mantenían a finales del pasado año, por lo que el retraso en la reactivación de la oferta resulta a todas luces más que evidente.
En la actualidad, el destino cuenta con casi unas 2.500 plazas de las 30.000 disponibles en la provincia, que están funcionando con grados de ocupación del 17%, y que atienden fundamental y únicamente a personas que tienen necesidad de desplazarse por motivos profesionales.
Esta situación de parálisis, no sólo viene condicionada por la limitación de movilidad entre provincias, si no también por el comportamiento de la propia demanda a través de las reservas que con cuenta gotas están entrando en los distintos establecimientos. Reservas que, a su vez al no estar condicionadas por políticas de cancelación alguna, mantienen un carácter de volatilidad que dificulta en extremo la toma de decisiones por parte del sector.
No obstante, ante esta más que complicada situación, existe la posibilidad de que algunos establecimientos puedan adoptar la decisión de abrir, (en ningún caso se superará el 15% del total de plazas disponibles), si bien esa decisión estará condicionada por la apertura de la movilidad entre las provincias andaluzas. De no ser así, la permanencia del cierre está más que garantizada. Por otra parte, en caso de que se posibilite el desplazamiento entre provincias, esas posibles aperturas coincidirán con carácter general durante el periodo de Semana Santa, volviéndose a cerrar una vez concluido este periodo, ya que las reservas para los meses de abril, mayo y parte de junio son se están dejando notar por el momento.
Llegados a este punto, el sector se centra en estos momentos en intentar sacar la temporada de verano adelante para lo cual viene trabajando intensamente en las labores de promoción del destino, si bien todo estará condicionado por la evolución tanto de la pandemia como del proceso de vacunación de la población», se concluye desde el sector hotelero onubense.