La Fuente Vieja, historia de unas obras de desvalorización

Desde Andalucía Por Si Huelva queremos dejar constancia de nuestra más enérgica queja a todos los hechos que han acontecido en el enclave conocido como La Fuente Vieja, porque creemos que este fatídico proyecto de obra se podría haber ejecutado de otra forma buscando la revalorización del enclave, apostando por su esencia mágica, natural, arqueológica y geológica.

Aún no entendemos cómo el señor Gabriel Cruz, alcalde de Huelva, utilizo 400.000 euros para la ejecución de esta obra del plan de la EDUSI, los cuales provienen 320.000 euros de los Fondos Feder y 80.000 de aportación municipal, y cómo es posible que se anunciara a bombo y platillo tal gasto de dinero cuando sabemos que a la empresa Garacot se le adjudicaron tan solo 247.000 euros, por lo que, a tenor de esta situación, se nos vienen bastantes preguntas como: ¿Dónde está lo que falta? ¿Dónde está invertido este dinero a las imágenes de un mirador inacabado y una Fuente Vieja en la que todo es hormigón? ¿En qué mente intelectual cabe utilizar tal material en un entorno verde y vivo como la Fuente Vieja?

Nos parece un insulto a la inteligencia que un proyecto que tiene que ir avalado por la línea de actuación de la EDUSI en la que el objetivo temático número 6 de conservación y protección al medio ambiente deja patente las condiciones de cómo se debe actuar en entornos naturales urbanos, artículos que se ha saltado por completo el redactor del proyecto como que se debe reducir al máximo las zonas pavimentadas o que no se puede perder bajo ningún concepto la estampa de entorno verde algo que queda literal en el artículo 108 de la normativa local.

Comprobamos a pie de obra como los restos arqueológicos que la Universidad de Huelva estudio hace unos años, donde hizo aparición restos a la izquierda de la fuente en lo que son unos sillares como el que encontramos en el muro derecho de la fuente, ahora mismo solo encontramos uno de ellos el cual está tapado con geotextil, un material que se usa antes de echar hormigón. Este es el futuro sostenible por el que apuesta el alcalde, uno en el que nuestro patrimonio arqueológico esté tapado con hormigón.

Hemos visto como la actividad de la empresa Garacot contratada para la obra no es que haya sido muy respetuosa para la fauna y flora del entorno, a la  vista de los sapillos pintojos bajando destrozados por el cauce de agua, o el que hayan vertido hormigón sobrante directamente a tal cauce.

La obra ha supuesto para la flora una reducción muy grave de ejemplares tanto de la galería de ribera en la cual se ha perdido un 80% de los árboles, algo que tampoco difiere del daño a la olmeda en la que se han perdido unos 10 ejemplares. Nos gustaría saber por qué en esta obra se ha eliminado la vegetación que servía de protección ante las caídas de barros y piedras provenientes del cabezo, causas que ahora no se podrán evitar.

Comprobamos a día de hoy como las canaletas ejecutadas presentan abundantes grietas junto al poco espacio
de las canalizaciones las cuales aseguran que en poco tiempo toda la obra quede sepultada por los residuos caídos del cabezo o acaben atascadas por su reducido tamaño.

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