Las polémicas por la decisión de algunos padres de negarse a que sus hijos vayan a clase con mascarilla ante el inicio del nuevo curso continúan y llegan ahora a la provincia de Huelva, donde la Delegación Territorial de Educación ha puesto en marcha una serie de actuaciones ante el caso de un menor de 13 años del IES Padre Miravent de Isla Cristina cuya madre avisó mediante un burofax de que su hijo acudiría sin mascarilla a clase, por lo que se decidió dar traslado a la asesoría jurídica de la Delegación.
Así, si bien el menor de momento no ha acudido al centro educativo desde que comenzaran las clases, según han informado a HuelvaYa desde Educación lo que se contempla ante esta coyuntura es lo siguiente, dado que, subrayan, no pueden negarle la entrada: ofrecerle una mascarilla a su llegada y, en caso de negarse a llevar esta protección, apartarlo de sus compañeros en un aula sólo para él, donde sería atendido por un profesor de guardia.
No obstante, desde la Delegación subrayan que el hecho de incumplir las normas del Instituto –en este caso la obligatoriedad de hacer uso de la mascarilla– conlleva una sanción que, si se acumula en el tiempo, puede derivar en la expulsión del alumno e incluso a su cambio de centro.
En este sentido, el Consejero de Educación y Deporte, Javier Imbroda, ha recordado a las familias que tienen este tipo de convicciones «el respecto a la convivencia, y convivir significa cumplir unas normas, y entre ellas están las que nos han dictado las autoridades sanitarias, que no son ningún capricho», una de las cuales es el uso obligatorio de las mascarillas. «Si esas familias les dicen a sus hijos que no lleven mascarillas no están facilitando ni respetando la convivencia. Es una situación que hay que corregir, y si insisten pues incurrirán en una falta grave que supone esa dejación de responsabilidad», asevera.
Para finalizar, Imbroda ha subrayado que «los docentes lo que necesitan fundamentalmente es tranquilidad, no necesitan ruido, la educación necesita calma y tranquilidad para que nuestros docentes puedan desarrollar la mejor formación para nuestros niños y jóvenes. Vamos a velar por ello, y si se produce algún tipo de conducta o comportamiento inapropiado actuaremos con absoluta contundencia».
