El alcalde de Huelva, Gabriel Cruz, ha visitado durante la jornada de hoy, las distintas instalaciones con las que cuenta Proyecto Hombre en la ciudad para reafirmar el compromiso institucional con una entidad “que el Ayuntamiento de Huelva ha apoyado desde sus inicios, hace 28 años, mantenido una estrecha vinculación durante todos estos años, para apoyar una labor centrada en recuperar a seres humanos en su regreso a la vida, ofreciendo herramientas y soluciones a quienes desde la valentía personal y con el apoyo de sus familias, deciden salir del submundo de las adicciones”.
Cruz, que ha estado por la mañana en el Centro de Acogida y Residencial y por la tarde, en el Centro de Tratamiento Ambulatorio de Proyecto Hombre, ha elogiado el trabajo de una entidad que atiende diariamente a 170 personas. En este sentido, el primer edil se ha mostrado dispuesto a apoyar a la entidad “en la nueva apuesta, centrada en el traslado de las instalaciones ubicadas actualmente en la calle Nicolás Orta de la barriada de Isla Chica a un nuevo edificio en Marismas del Polvorín”.
Para ello, el Ayuntamiento de Huelva ha cedido gratuitamente la parcela donde se construirá el edificio en la calle Ángel Serradilla, mientras que “actualmente estamos gestionando con ellos la tramitación de la licencia de obras y vamos a seguir apoyándoles durante la construcción”.
En el Centro de Tratamiento Ambulatorio o Centro de Día de Proyecto Hombre que Gabriel Cruz ha visitado esta tarde se desarrollan principalmente tres programas que, debido a las limitaciones de las instalaciones, es preciso desarrollar por turnos, atendiendo a más de 100 onubense diariamente. En concreto se trata de los programas de Reinserción Social; el Programa de Apoyo ‘Alfil’ y el Programa Joven.
El programa de Reinserción Social, de carácter ambulatorio, se corresponde con la última fase del tratamiento que se inicia en Acogida y continúa en la Comunidad Terapéutica para capacitar y ofrecer los recursos necesarios a las personas usuarias de Proyecto Hombre, una vez que han finalizado el proceso residencial y deben dar pasos en la normalización y el proyecto de vida. Por su parte, el Programa de Apoyo ‘Alfil’ es el que más ha crecido en los últimos años, y especialmente tras el inicio de la pandemia. Está orientado a dar respuesta a la demanda de tratamiento de personas adultas con patrones de abuso y dependencia de drogas y alcohol, así como al juego presencial, online, móvil, nuevas tecnologías y adicciones sin sustancia que mantienen una mínima estructura personal y formativo – laboral, así como una adecuada red de apoyo familiar y social, lo que les facilita poder rehabilitarse de sus adiciones en un programa de este tipo, en régimen ambulatorio, y mantenerse en su entorno. Finalmente, en el programa joven se atiende a jóvenes y adolescentes que presentan un consumo incipiente y/o problemático de alcohol, cánnabis, tecnologías y otras adiciones sin sustancia, mediante una intervención con sus familias, como primer agente socializador, que está orientada hacia la prevención y el desarrollo de factores de protección, generando alternativas de ocio saludables.
Como ha explicado el director de Proyecto Hombre, Víctor Rodríguez, junto a la perspectiva familiar “la perspectiva de Género, se aplica de manera trasversal en todo el trabajo de Proyecto Hombre, así como los problemas de Salud Mental, que se han visto agravados tras la pandemia, con casos de patología dual, sumándose al consumo y adicción, alguna enfermedad mental”.
CENTRO DE ACOGIDA
Gabriel Cruz ha reconocido “haber vivido una auténtica lección de vida” en la visita realizada esta mañana al Centro de Acogida de Proyecto Hombre “porque aunque conozcamos su labor, venir aquí y visitar a sus usuarios es siempre un ejercicio de asumir la realidad”.
Se trata de un dispositivo de carácter polivalente donde actualmente residen 35 personas y en el que se desarrollan diferentes programas de atención y tratamiento. En él se conjugan intervenciones terapéuticas, educativas, formativas y ocupaciones, de carácter individual y grupal, dirigidas tanto a personas usuarias como a familiares y voluntariado. Es un espacio terapéutico dirigido a personas que, por circunstancias socio-familiares, necesitan el ingreso residencial para poder acceder a un programa de rehabilitación de drogas y otras dependencias. En este sentido, Víctor Rodríguez ha señalado que “gracias a la perspectiva de género con la que trabajamos, ofrecemos un recurso único en la ciudad para mujeres víctimas de maltrato con adicciones, ya que brindamos la protección necesaria y cobertura completa para su rehabilitación”. Tras superar la etapa en el Centro de Acogida, los usuarios de Proyecto Hombre, antes de acceder al programa de Reinserción Social pasan por la Comunidad Terapéutica (CT), en funcionamiento desde 1996 en el municipio de Gibraleón, que supone también un centro residencial, donde actualmente se atiende a 30 personas.
