Alrededor de 40.000 onubenses no parecen dispuestos, a día de hoy, a vacunarse contra el Covid-19, a juzgar por los datos de vacunación. Esta cifra representa el 7,6 por ciento de la población total de la provincia.
Aunque oficialmente esta cifra no existe, llegar a la misma es posible. Solo hay que ver el número de personas a las que ya se ha inyectado al menos una dosis (436.548 según el parte diario que ofrece la Consejería de Salud) y restarla del total de habitantes de la provincia (525.000). La diferencia son unas 88.500 personas, a las que hay restar los aproximadamente 50.000 menores de 12 años, cuya vacunación está prevista a partir de la segunda quincena de este mes.
La cifra de unos 40.000 no vacunados podría variar e incrementarse, dependiendo del grado de vacunación que se tenga con los menores de 12 años, pero nos da una idea aproximada de las personas que por miedo, por simple negacionismo de la epidemia o por cualquier otra causa no están dispuestas a vacunarse.
La interrogante que a día de hoy se plantean los expertos, que ya han errado en sus previsiones en varias ocasiones, es si con un 92,5 de vacunados se logra la inmunidad de rebaño de la que tanto se ha hablado. Primero se dijo que se alcanzaría con el 70%, después que con el 80% y ahora se comienza a pensar que la única salida, dada la alta mutación del virus, es que se llegue al 100% de la población.
El debate se ha abierto en algunos países europeos, de manera que la vacunación se quiere hacer obligatoria. En otros lo que se está haciendo es imponer medidas restrictivas para los no vacunados, como fórmula para convencerlos, a través del uso del pasaporte Covid. Y en otros como en España se piensa que lo mejor, dado el alto grado de vacunados, es mantener la situación actual ante el posible rechazo que pudiera haber a la imposición de la vacunación obligatoria.
Entre las distintas comunidades autónomas se está imponiendo el uso del pasaporte Covid para ciertos eventos públicos, discotecas, bares y restaurantes, así como en el acceso de residencias de mayores y centros sanitarios. En Andalucía, con una de las tasas de vacunación más altas y con una de las tasas de incidencia del Covid más bajas de España, la Junta ha optado por pedir el pasaporte Covid solo para los dos últimos casos, que además se prolongará hasta la festividad de Reyes, tras habérsele requerido así por parte del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).
El debate está abierto y su culminación dependerá en gran medida de si la pandemia se acaba o no controlando: ¿La libertad individual está por encima de la colectiva en una pandemia?