La Diputación de Huelva, a través del servicio de Cooperación Internacional, ha firmado un convenio con el Comité español de la Agencia Española para los Refugiados, ACNUR, para contribuir a la protección y asistencia los refugiados en el interior de Afganistán.
La Diputación de Huelva contribuirá con 25.000 a apoyar el trabajo de la Agencia de la ONU ante la crisis humanitaria que se intensifica a diario en Afganistán, un país donde el hambre ha alcanzado niveles sin precedentes. Casi 23 millones de personas, es decir, el 55 por ciento de la población, se enfrentan a niveles extremos de hambre, y casi nueve millones de ellos corren el riesgo de padecerla.
La subvención de la Diputación se destinará a proveer de artículos básicos y refugios de emergencia a familias afganas recientemente desplazadas. Dentro de los artículos, se incluyen kits de higiene, y otros artículos de primera necesidad que contribuyen a mantener la dignidad de las mujeres afganas. ACNUR también llevará a cabo acciones concretas de protección y asistencia de emergencia para aquellos colectivos más vulnerables, entre ellos las mujeres y las niñas desplazadas.
El invierno, además, va a ser especialmente duro para los cerca de 3 millones y medios de desplazados afganos, de los que el 80 por ciento son mujeres y niños. Se espera que las temperaturas bajen a -12 grados y, muchas familias desplazadas carecen de un refugio adecuado, un requisito primordial para sobrevivir al frío intenso. La falta de refugios aislados, ropa de abrigo, combustible para la calefacción y cantidades inadecuadas de alimentos y suministros médicos son solo algunas de las privaciones que enfrentan los desplazados internos en Afganistán.
La colaboración por tanto de la Diputación de Huelva con el programa de ACNUR en este país permitirá proteger y asistir a muchas familias afganas, especialmente a las niñas y mujeres más vulnerables, alineándose esta actuación con el Plan Director de Cooperación Internacional 2020-2023 de la Diputación de Huelva y la Agenda 2030, fundamentalmente en su objetivo de atender a las necesidades básicas de las víctimas de crisis humanitarias.
La crisis de Afganistán
La situación humanitaria en la República Islámica de Afganistán ha empeorado drásticamente debido al conflicto armado, lo que ha provocado nuevos e importantes desplazamientos de civiles. Con la retirada de las fuerzas militares internacionales y los escasos avances en las conversaciones de paz, la situación en el terreno ha empeorado, y el aumento de la violencia y la inseguridad han provocado el desplazamiento interno de unas 390.000 personas durante los primeros siete meses y medio de 2021.
La Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, OCHA, estima que casi la mitad de la población afgana (unos 18,4 millones de personas) necesita actualmente asistencia humanitaria para salvar su vida. La población afgana ha soportado cuatro décadas de guerra e inestabilidad, y su capacidad de recuperación se ha visto limitada por la prolongación del conflicto, las catástrofes naturales recurrentes, el aumento de la pobreza y la pandemia de COVID-19.
Afganistán comenzó 2021 con alrededor de 2,9 millones de su población desplazada debido al conflicto dentro del país y casi 2,6 millones de personas registradas en el extranjero como refugiadas, casi el 90 por ciento de los cuales se encuentran en las Repúblicas Islámicas de Irán (Irán) y Pakistán (Pakistán).
De los cerca de 600.000 nuevos desplazados en Afganistán este año a causa del conflicto, el 60 por ciento son niños. Más de 4.000 personas refugiadas han cruzado las fronteras hacia Tayikistán, el 40 por ciento de ellos niños. Según algunas fuentes gubernamentales, unas 5.000 personas llegan a Irán por día, lo que supone hasta tres veces la media diaria estimada anteriormente.
Desde 2002, ACNUR ha ayudado a más de 5,2 millones de personas refugiadas a regresar a Afganistán, pero su número ha disminuido en los últimos años, en gran parte debido al deterioro de la seguridad y la situación económica y al impacto de la pandemia del COVID-19. Los afganos han seguido regresando en visitas de corta duración por razones médicas, oportunidades de subsistencia y visitas familiares.
El 13 de julio, ACNUR advirtió de una inminente crisis humanitaria en Afganistán y alertó de que, de continuar la situación actual, se producirían más desplazamientos dentro del país, así como nuevos movimientos de personas refugiadas hacia los países vecinos y más allá.
Paralelamente a los esfuerzos de preparación y respuesta ante la emergencia, ACNUR ha continuado con un enfoque comunitario en zonas prioritarias dentro de Afganistán y en los países de acogida para fortalecer la resistencia de la comunidad y los mecanismos de afrontamiento y para apoyar a los gobiernos a incluir a las personas refugiadas en los programas nacionales de bienestar social.